Chilpancingo, Gro., Unos 5 mil habitantes de Chilpancingo despidieron ayer al presidente municipal perredista Alejandro Arcos Catalán. Con gritos de ¡presidente, presidente!, ¡justicia, justicia!, y ¡Alejandro, amigo, Chilpancingo te quiere mucho!, algunos llorando, acompañaron el cortejo fúnebre por las calles de la capital guerrerense.

Ayer, a las 15 horas el féretro llegó a la iglesia de la Santa Cruz, donde fue recibido entre aplausos y sollozos de familiares, amigos y personas que estimaban al político.

Algunos de los presentes comentaron que no recuerdan en los últimos años un acontecimiento de este tipo, en el que la ciudadanía se desbordó para despedir a algún personaje público.

Minutos después tuvo lugar una misa de cuerpo presente en la catedral de Santa María de la Asunción, y un homenaje en el ayuntamiento; por la tarde, los restos de Arcos Catalán, quien apenas llevaba seis días en el cargo, fueron cremados en el panteón de La Paz, al poniente de la ciudad.

Sandy Solís Peralta, esposa del edil, no paró de llorar pese a los intentos del cura Baltazar Vega por consolarla y caminó con el cortejo fúnebre, que recorrió alrededor de un kilómetro; a su pasó las muestras de apoyo de toda la gente se hicieron sentir.

Universitarios, damnificados por fenómenos meteorológicos, trabajadores de la salud, personal de la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero, y trabajadores estatales y municipales, lamentaron el homicidio y dieron el último adiós al edil, quien tenía 43 años.

Alejandro Ruiz Valencia, dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), demandó a la Fiscalía General de la República (FGR) atraer la investigación de este brutal acontecimiento y que logre resultados.

El pasado domingo, Arcos Catalán, quien llevaba seis días como alcalde, fue asesinado y decapitado. Los homicidas dejaron su cabeza en el toldo de una camioneta blanca y en el interior el cuerpo cubierto con una sábana gris.

No creemos en las instituciones del estado

Ruiz Valencia señaló: No creemos en las instituciones en la entidad, por eso solicitamos que la FGR, llegue hasta las últimas consecuencias. Ustedes son testigos de que todos los días se vive de asesinato en asesinato, no solo en Chilpancingo, sino en todas las regiones.

Entrevistado al término de la misa en la iglesia de la Santa Cruz, recordó que el pasado jueves fue ultimado Francisco Tapia Gutiérrez, secretario general del ayuntamiento y hoy es Alejandro; ya es hora de ir por un verdadero cambio, que nazca de la sociedad. Yo no sé qué esperan las autoridades para ponerse a trabajar, y dar resultados.

Indicó que Alejandro Arcos Catalán no le mencionó que hubiera recibido alguna amenaza.

El viernes, un día después de la ejecución de su colaborador, el alcalde de Chilpancingo, en una entrevista radiofónica pidió a la gobernadora Evelyn Salgado que se reforzara la seguridad en Chilpancingo, así como la de su equipo de trabajo.

Revive el Guerrero negro

El dirigente estatal del sol azteca dijo que con este atroz crimen se regresa a lo que creían que había terminado, que es el Guerrero negro que se vivió hace muchas décadas en la entidad.

Comentó que Alejandro Arcos soñaba con la paz de su pueblo al que amaba. Fuimos testigos todos, de que trabajó hasta el último minuto de su vida. Soñó con un verdadero cambio, y sabíamos que lo podía hacer. También damos cuenta de todo el amor que la gente le tenía. Se veía el equipo, que era la sociedad en general.

Morena y el PAN en el Senado lamentaron ayer el asesinato del edil de Chilpancingo, Alejandro Arcos, y pidieron que se investigue el hecho. Mientras, la dirigencia nacional del PRI exigió de nueva cuenta justicia.

Con información de Georgina Saldierna