Peatones deben hacer acrobacias para librar puestos y tendidos y no dañar mercancías
Martes 8 de octubre de 2024, p. 28
El desbordamiento del comercio ambulante en algunas vialidades del Centro Histórico de la Ciudad de México se ha extendido desde las banquetas hasta el arroyo vehicular, por lo que peatones que transitan por la zona o que acuden a realizar sus compras en establecimientos deben sortear desde puestos semifijos hasta mercancía colocada en el piso, así como la constante circulación de automóviles, motocicletas, diableros y vehículos no motorizados.
En un recorrido por las calles Del Carmen, Moneda, Correo Mayor y Venustiano Carranza se observó que vendedores ambulantes, quienes expenden lo mismo medias, calcetines, carteras y peluches sobre plásticos o trozos de tela en el asfalto y dejan apenas unos centímetros para el paso de los transeúntes, por lo que deben caminar apilados en reducidos espacios.
La obstrucción de banquetas por los comerciantes informales obliga, además, a que las personas en varias ocasiones tengan que saltar la mercancía para evitar pisarla o maltratarla.
Asimismo, se suma la vendimia en el arroyo vehicular, donde además de las estructuras instaladas para ofrecer su mercancía, es constante la circulación de automóviles, motocicletas, bicitaxis y diableros, quienes con sus grandes bultos y gritos de ahí va el golpe
se abren paso entre los ríos de personas, algunas que llevan a sus hijos pequeños en carriolas.
Trabajadoras de tiendas de joyería de fantasía y bisutería ubicadas en la calle Correo Mayor señalaron que el día que se pueden realizar compras con mayor tranquilidad y sin tantos obstáculos en las calles son los lunes, ya que los demás días, entre los constantes cierres y los ambulantes, que cada vez se adueñan más del espacio público, los clientes nos han mencionado que tienen que hacer casi acrobacias para acceder a la zona, más los fines de semana, situación que nos perjudica en el negocio
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