Combate a la pobreza y distribución del ingreso, inspiraciones de sus trabajos
Lunes 7 de octubre de 2024, p. 3
Ifigenia Martínez no sólo fue una economista reconocida, sino una estadista progresista enfocada en lograr políticas para combatir la pobreza y la desigualdad, relataron sus compañeros y colaboradores.
Su ensayo Algunos efectos de la crisis en la distribución del ingreso en México, editado en 1989 por la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y sus trabajos colectivos sobre la planeación democrática, son la aportación de una economista keynesiana, que significaba lograr mayor intervención del Estado en la economía y cobrar impuestos progresivos a los ricos para sacar de la pobreza a la gente, explicó Julio Boltvinik, experto en temas de pobreza y también catedrático de El Colegio de México.
Fue pionera del pensamiento progresista, fundado en una economía empírica sostenida con datos duros
, declaró el también columnista de La Jornada, quien acudió a las reuniones en la casa de Martínez, cuando se trataban temas de desigualdad y pobreza.
Relató que fue directora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM y que en un artículo demostraba que el capitalismo era un sistema de injusticia que generaba pobreza.
Martínez fue la primera mexicana en obtener una maestría y un doctorado en economía en la Universidad Harvard.
Previamente, había cursado la licenciatura en economía en la UNAM. En 1950 cofundó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, desempeñándose también de profesora de finanzas públicas en la Facultad de Economía de la UNAM, de la que fue directora en 1949.
Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran La distribución del ingreso y el desarrollo económico de México, Política fiscal de México, Bases para la planeación económica y social de México, Sobrepoblación y desarrollo económico y Los incentivos fiscales en el desarrollo industrial de México. Publicaciones que, aunadas a sus labores académicas, fueron clave en la formación de varios de los economistas más destacados del país.
Saúl Escobar Toledo, secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados de 1994 a 1997, destacó que Martínez consideraba que la rectoría del Estado era un elemento fundamental para el desarrollo económico y que tendría que darse sobre la base de una planeación democrática.
A su vez, sostenía que para mejorar la distribución del ingreso se requería una reforma fiscal.
Escobar recordó que estos temas fueron parte del trabajo parlamentario que compartieron como legisladores de 1994 a 1997, al incorporar propuestas para reparar la rectoría del Estado, que se perdió en los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.
Raúl Carbajal Cortés, quien como asesor colaboró con Martínez en la elaboración de la propuesta de reforma fiscal al inicio de 2000, destacó que la economista propuso una política agrícola soberana que impidió que se abandonará la inversión nacional en el campo a finales del sexenio de José López Portillo.
El también académico de la UNAM sostuvo que Martínez fue una estadista con una visión de Estado a largo plazo y propositiva, que decía que para contrarrestar las políticas neoliberales se necesitaba una política integral que considerara a los sectores agrícola, energético, la distribución del ingreso y el cambio tecnológico, para superar rezagos y el bajo crecimiento.
Por su parte, Pablo Gómez expuso que él fue presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) cuando Martínez fue secretaria general del mismo y que fue una economista que hizo política enfocada a luchar contra la pobreza.
Ella siempre fue partidaria del fortalecimiento del sector público, de la economía, de no entregarle todo a los monopolios; tuvo una posición contraria al fortalecimiento de esa oligarquía monopólica. Ella se ubicó en el bando del Estado democrático y social, ella formó parte de eso, como economista y como política. Cuando viene el neoliberalismo, ella lo combate
, puntualizó.