Cuando Regina Seemann Audiffred escuchó a su hija pequeña decirle a su hermano: no quiero ir con mi papá porque me choca lo que me hace en la bañera, supo que algo en la relación de su violento ex esposo, Guillermo Sesma Suárez, y sus tres hijos, andaba muy mal.

A partir de esa confidencia, casi por accidente, la vida de los cuatro dio un vuelco: denuncias penales, peritajes constantes para determinar el grado de abuso sexual y afectación sicológica; dictámenes clínicos, cursos y talleres de apoyo y contención, hasta llegar al Hospital Psiquiátrico Infantil Doctor Juan N. Navarro.

Han sido meses de angustia para sus tres hijos –una niña y un niño, cuates de 11 años y la niña mayor de 13– que padecen secuelas emocionales graves, cambios repentinos en el comportamiento, episodios de sicosis, autolesiones, gritos, miedos, ansiedad y un estado de alerta permanente ante el acoso y el hostigamiento de su padre.

Regina afronta amenazas, campañas de difamación y la persecución judicial de su ex esposo, asesor de campañas políticas y empleado de Televisa, quien convirtió en un infierno el proceso de divorcio y las convivencias con los niños, ahora suspendidas. Además, denuncia que él goza del poder político del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a través de su hermano, el diputado Jesús Sesma Suárez, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Congreso de la Ciudad de México.

Desesperada por su situación, ante la inacción de las autoridades, decidió grabar un video que se hizo viral: Yo pido justicia, pido paz. No sé si es necesaria la pérdida de la patria potestad, la cárcel para el padre agresor de mis hijos. No sé. Necesitamos que el Poder Judicial nos garantice que Guillermo nos va a dejar en paz y así poder sanar nuestros corazones, dice Regina en entrevista con La Jornada, mientras sus hijos corren y juegan a su alrededor.

Tiene un largo camino judicial por delante, acompañada por la reconocida abogada Ana Katiria Suárez Castro, quien lleva 22 años atendiendo casos de mujeres víctimas de violencia de género. Su expediente en la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México es el 08443/02-2024 y las carpetas judiciales por violencia familiar y abuso sexual infantil son 013/0339/2024 y CI-FIDICANNA/59/UI-77S7D701333703-2024.

Aunque el fiscal Ulises Lara no la ha atendido y mantiene estancadas sus carpetas, gracias a su determinación por defender a sus hijos, ya la conocen en la dependencia, en el hospital e incluso en su casa con el mote de Mamá Dragón.

–¿Imaginaste alguna vez que Guillermo Sesma iba a llegar a estos extremos de violencia?

–No. Él fue víctima de abuso sexual infantil. Él iba a sus terapias. Sabía que era una persona oscura, pero esto ya no oscuridad, esto que estamos atendiendo va más allá.

Historia de amor-odio

Regina empezó a salir con Guillermo en 2009. Estaban muy enamorados, decidieron vivir juntos en unión libre y tuvieron a sus tres hijos. Se casaron en 2014. En 2018 se les ofreció vivir en Austin, Texas.

Sin embargo, la relación conyugal se fue deteriorando, por lo que decidieron hacer terapia de pareja, pero él se mostraba más violento: Me violó una vez. Después de eso, nunca más lo volví a ver. He sufrido todo tipo de violencias. Violencia económica porque canceló todas las tarjetas de crédito, cerró las cuentas en Estados Unidos, movió todo el dinero, canceló seguros de gastos médicos y de vida, todo. Inicialmente la violencia era contra mí, pero al separarnos, fue contra nuestros hijos.

Un amigo en común le advirtió: Guillermo te va a despedazar y te va a quitar a los niños. En abril de 2022, Regina comprendió que tenía que ponerse a salvo y se fue a vivir a un albergue en Texas. Lo primero que le hicieron fue iniciar las denuncias correspondientes y teñirle el cabello de negro:

La idea era que estuviéramos protegidos. Ahí nos citan a una mediación que finalmente no se dio, luego en una audiencia logré demostrar que él se quería llevar a los niños y la autoridad le dice que tenemos derecho a regresar a la casa.

Cuenta que Guillermo cambió las cerraduras y no podían entrar, pero los niños necesitaban ingresar porque iban a regresar al colegio: Cuando entré a la casa vi que mi ropa estaba tirada en bolsas de basura. Fue un caos. Luego, empezaron las convivencias. Traté de hacerle la vida fácil a mis hijos cuando lo veían, pero no era tan seguido porque el señor viajaba mucho.

En el tema económico dice que todo fue terrible, porque Guillermo no pagaba la luz y se quedaban una semana sin energía eléctrica: “Sus agresiones seguían. Y cancela nuestras visas. Y me dice: ‘¿qué vas a hacer? Estás de ilegal en Estados Unidos’. Tuve que pagar seis meses de colegiaturas atrasadas, transporte, cuotas, sus terapias, todo.Tengo toda la información de las cuentas de mi ex de Panama Papers, de Pandora Papers, pero esa no es mi lucha”.

Añade: Por sus antecedentes, él podía ver a los niños sólo en visita supervisada. Evidentemente para su ego fue tremendo. De más de 200 horas que tuvo chance de verlos, fueron 16 horas supervisadas. Y tengo todos los reportes para demostrarlo. Luego trató de suicidarse cuando le notificaron mi solicitud de divorcio.

En septiembre, los abogados de Guillermo le hicieron una declaración antes de ir a juicio: Yo no tenía abogado, sola con los defensores de mi ex. Fueron seis horas, más de 400 hojas. Esa vez me dieron hasta con la cubeta. Me preguntaron con quién había tenido relaciones sexuales, te calienta tener relaciones, a quién le mandas fotos íntimas, has probado la droga. Me preguntaron 16 veces si fue violento conmigo, de las cuáles 15 digo que sí y una que no, que es el video que Guillermo anda difundiendo.

Ataques legales

Con su poder político, su ex marido le abrió una carpeta por sustracción de menores el 23 de junio de 2022: Es una carpeta inventada, misma que con sus relaciones políticas la pasaron rápidamente a la Secretaría de Relaciones Exteriores, activaron la Convención de La Haya, Interpol y FBI. Mandé cartas a todas partes para demostrar que era mentira. Al final, me quitan todo, porque él nunca me pudo probar que yo secuestré a mis hijos, porque era mentira.

Añade: Estaba en el limbo, no podía regresarme a México porque me iban a detener y no podía quedarme en Estados Unidos porque ya no tenía visa, porque mi ex esposo ya las había cancelado. Posteriormente, vendieron su casa de Austin y me tocaron 3 millones de dólares.

Fue hasta agosto de 2022 cuando regresó a México: viví un mes con mis padres y renté un departamento, porque él se quedó con la casa de Las Lomas donde vivían antes de irse a Estados Unidos. Tiene cinco coches, pero nosotros recibimos una pensión de 2 mil 300 dólares, que es lo estipulado en el convenio hecho en Texas, aunque nunca se homologó en México.

Regina intenta buscar la normalidad para sus hijos e inician las convivencias con su padre: Yo veía que los niños no gozaban estando con su papá. Él les hablaba mal de mí. La violencia sicológica continuó y les decía: su mamá es una prostituta, vende su cuerpo, tiene miles de novios, es una cerda, es una bruja.

A pesar de la alineación parental hecha por Guillermo, sus hijos siguieron queriendo a su madre: Nunca se me voltearon, jamás. Ellos ya tienen una convicción de no volver a su papá en su vida. Es impresionante.

Su ex esposo la denunció por falsedad en declaración y le llegó un citatorio en el penal de Santa Martha Acatitla donde la vinculan a proceso: Mágicamente la carpeta en mi contra se judicializó en tres meses. Y ahora voy a firmar una vez al mes al reclusorio.

Convivencia desastrosa

El resultado de las convivencias con su padre fue desastroso. Los menores regresaban llorando. Después de las vacaciones de la pasada Navidad y la reanudación de las visitas, todo empeoró: “Los niños recuerdan que la última vez que les pasó ‘eso’ fue el 2 de febrero de 2024”.

En una comida familiar el 14 de febrero su hijo tiene una crisis grave: “Fue ataque de ansiedad. Decía: ‘ya no puedo más, ya no quiero ver a mi papá’. Su hermana lo mismo: “yo tampoco lo quiero ver porque me choca lo que me hace en la tina de baño’”.

Es cuando decide ir con su abogada para una evaluación: “Los niños se volcaron con su perra de apoyo y la abrazaron. Después de unos minutos empezaron a hablar de los castigos que su papá les imponía, de las cosas terribles que les decía, de la violencia sicológica que vivían con él. Y volvió a salir el tema de la tina de baño. Se empezaron a poner nerviosos. Y Ana Katiria les preguntó: ¿por qué están nerviosos? Uno de los niños contesta: ‘es que prometimos nunca decir nada’. Luego empezaron a contar muchas más cosas del abuso que sufrieron. Y es cuando decido denunciarlo en la agencia del Ministerio Público 59. Los dos peritos consignaron los rasgos de abuso sexual infantil”.

Cuenta que el niño se autolastima, se arranca la piel de piernas y manos, y se jala el cabello, mientras las niñas sufren ansiedad, por lo que decidió llevarlos con la paidosicóloga y perito, Michelle Carrete Zúñiga: En mayo pasado nos arrojó de manera clara el abuso sexual en los tres.

Y concluye: mis tres hijos siguen en terapia. No tengo por qué mentir. Ellos menos. Lo único que pido es que alguien del gobierno, de la fiscalía, se siente y lea las carpetas. Está todo documentado. Han anulado la voz de tres menores.