Un extraño Zócalo amurallado // Ayotzinapa: duros discursos // Oscura violencia aislada // Lo esencial, pendiente
LA TROPAEN PALACIO NACIONAL. Casi en el ocaso de su mandato, el Presidente agradeció en la mañanera de ayer al equipo de comunicación que lo acompañó estos seis años.Foto Presidencia
n Zócalo extrañamente hostil en lo físico recibió ayer la marcha que desde el Ángel de la Independencia había llegado al corazón cívico y político de la nación, plaza histórica de la izquierda electoral y de movimientos sociales, para recordar que han pasado 10 años sin que se conozca la verdad de lo sucedido en Iguala, Guerrero, y sin que haya una verdadera justicia, no simulaciones.
Trabas al llegar a las cercanías de la Plaza de la Constitución, mediante artificios de concreto para obligar al ingreso de uno por uno. Planchas metálicas guardianes a todo lo largo del Palacio Nacional, continuadas en el flanco correspondiente a la Catedral. Al entrar a la explanada, una fría y desolada plancha de cemento con referentes luminosos de las Fiestas Patrias en algunos de los edificios.
La caminata había congregado a algunos miles de personas: estudiantes de normales rurales y otros centros de estudios, entre ellos algunos de la capital del país; partícipes de movimientos sociales y de colectivos solidarios en la defensa de los derechos humanos; ciudadanos sin adscripción partidista y, desde luego, los familiares de los 43, los abogados que les han acompañado desde un principio y activistas.
Ciertamente, fueron duras las consignas a lo largo de la marcha, sobre todo desde el templete colocado no con el Palacio Nacional a las espaldas, sino en la parte contigua a oficinas del Gobierno de la Ciudad de México: 10 años de mentiras y encubrimientos tuvieron desahogo verbal, sobre todo en señalamientos sumamente críticos contra el presidente López Obrador (y, desde luego, contra Peña Nieto y pandilla), las promesas que hizo como candidato en su primera fase de poder y la chirriante reversa que dio en la parte final, con el poder militar mostradamente intocable.
Como se preveía, hubo grupos separados del contingente central que fueron realizando pintas y destrozos en algunos establecimientos. A la hora de redactar esta columna había videos de incendios y detonaciones incluso dentro de la Catedral, pero sin una vinculación ni apoyo de parte del grueso de la manifestación.
Es importante señalar y separar el tono discursivo fuerte, de ruptura, que se produjo como parte formal de la manifestación, como consecuencia de los desencuentros entre Palacio Nacional y el movimiento de los 43, y las acciones violentas que cometieron los grupos oscuros que tienen actuar similar en otras movilizaciones, siempre con consecuencias que gráfica y mediáticamente pueden ser más destacadas que el sentido y la propuesta primordiales de las movilizaciones pacíficas.
El tono discursivo y las acciones violentas oscuras de ayer ahondan la distancia entre el Presidente saliente y el movimiento persistente, y abonan el camino a la diferenciación e incluso estigmatización desde la izquierda partidista contra el movimiento social de causas justas que, sin embargo, Palacio Nacional no supo o no pudo procesar adecuadamente.
Pareciera que el movimiento de los 43 hubiera decidido emitir una sentencia contra López Obrador al final de su mandato y mantener posibilidades de diálogo con la presidenta entrante. Más allá del enojo acumulado y las evidencias de un sexenio que no cumplió las promesas de verdad y justicia, queda abierta y pendiente la sustancia esencial, la exigencia de que se llegue a conocer lo realmente sucedido y que haya acciones justicieras que eficazmente alcancen a diversos ámbitos de poderes pasados y presentes, sobre todo a los militares, tanto en los mandos peñistas como en los del actual sexenio, cuando la Sedena se esmeró en levantar una barrera infranqueable y disolver evidencias y pruebas de su corresponsabilidad en los hechos de 10 años atrás.
Y, mientras el presidente López Obrador prepara su última mañanera y su último día en el poder, y la sucesora va tomando el mando, ¡hasta el próximo lunes, con el tema de la monarquía de España generando polémica en aquel país y en México!
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