La canciller Alicia Bárcena destacó ayer la colaboración entre México, Estados Unidos y Canadá para hacer frente al tráfico ilícito de fentanilo y otras drogas sintéticas y llamó a luchar también contra el trasiego ilegal de armas.

Canadá, Estados Unidos y México hemos estado colaborando y nos reunimos frecuentemente para abordar estos problemas. Somos muy conscientes de que la lucha internacional contra las drogas sintéticas debe abordar además la venta y el comercio ilegal de armas de fuego, porque esa es la otra cara de la moneda del tráfico ilegal internacional de estupefacientes, expresó la funcionaria durante su participación en la cumbre de la Coalición Global para Abordar las Amenazas de Drogas Sintéticas, en Nueva York.

Bárcena reiteró el compromiso de México de luchar contra la venta ilegal de fentanilo y destacó las acciones tomadas en este sentido por el gobierno federal; dijo que se requiere poner especial atención en la prevención de las adicciones, de acuerdo con información difundida por la cancillería.

Estamos fortaleciendo los marcos de salud pública para reducir el consumo, el cual creemos es parte clave de la ecuación.

Subrayó la colaboración entre México y China para evitar el comercio ilícito de fentanilo y sus precursores químicos. Creamos un grupo de trabajo conjunto porque queremos abordar estas cuestiones, especialmente las relacionadas con los precursores ilegales y las drogas sintéticas. La semana pasada celebramos una segunda reunión en la que reforzamos nuestro compromiso para vigilar con precisión toda la cadena de valor y rastrear cualquier problema con los precursores y el tráfico de enervantes ilícitos.

Como parte de su gira de trabajo por Nueva York, Bárcena también tomó la palabra en la reunión En defensa de la democracia: luchando contra el extremismo, realizada en el contexto del 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde señaló la inquietud de México por que la judicialización de la política y las noticias falsas debilitan las democracias.

Observamos con gran preocupación cómo las democracias se debilitan, mientras los movimientos y corrientes extremistas ganan fuerza y terreno, pero ya no a partir de movimientos armados, sino por la judicialización de la política y las noticias falsas, sostuvo en la reunión convocada por Brasil.

Es entonces la democracia la que está en peligro, pero no la democracia en general, sino la neoliberal, y con ella está en crisis el progresismo, aseveró.

Ese vaciamiento democrático se ha convertido en un cascarón de principios e instituciones, entramados legales, que se ha alejado del ejercicio del poder por y para el pueblo, sostuvo Bárcena.