El proyecto político ideado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y al que su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo, dará continuidad, se resume en el concepto hermandad.

En medio del histórico Bosque de Chapultepec, el jefe del Ejecutivo federal y la próxima mandataria se refirieron bajo esa noción a la llamada Cuarta Transformación.

El acto de inauguración de la cuarta sección de este espacio ecológico-cultural, efectuado ayer por la tarde, fue el marco para que la futura presidenta explicara su concepción en torno al movimiento.

Fue en uno de los viajes que realizaron juntos durante las giras de la transición que Sheinbaum se vio sorprendida por la emotividad e intensidad del amor entre la gente y el Presidente, lo que calificó de inexplicable.

Ante sus dudas, el propio López Obrador le comentó: Es que es una hermandad, hemos construido una gran hermandad.

Ante decenas de personas, funcionarios y artistas que han participado en el llamado movimiento de transformación, la presidenta electa rubricó:

Y el día de hoy, con todos ustedes que nos conocemos desde hace cuanto y nos hemos visto tantas veces en esta lucha, lo que puedo decir es que somos una hermandad, una hermandad que se construye y que se ha construido a lo largo de estos años de lucha y que se va a seguir construyendo con el segundo piso de la Cuarta Transformación.

En ese acto también se refirió, con cierta ironía, a señalamientos de la oposición de que durante el sexenio por concluir se ha dado una militarización.

Y es que, recordó, la Secretaría de la Defensa Nacional aportó los terrenos de la industria militar, donde se fabrican armas, para ceder el espacio al proyecto de Chapultepec y trasladar esa instancia a Puebla, aun cuando el anterior gobierno quería convertir el espacio en un desarrollo inmobiliario.

Deseaban convertir un espacio público en un espacio privado. Ahí inició esta gran historia, donde se tomó la decisión de que la industria militar, ¡fíjense nada más cuánta militarización!, se convirtiera en un espacio público.

La futura mandataria lanzó también un augurio: Ahora que nos llenamos de emoción, porque sabemos que el Presidente se retira de la vida pública, pues en realidad no es que se retire tanto, porque se va a dedicar al pensamiento, porque en unos tres años vamos a tener un nuevo libro que vamos a estar leyendo, que va a ser parte del humanismo mexicano que construye historia y que construye porvenir.

Visiblemente emocionado, López Obrador reiteró las palabras de Sheinbaum: Lo que dijo nuestra presidenta, que es una emoción, una dicha estar aquí reunidos con todas y todos ustedes y que, en efecto, formamos parte de una hermandad.

Afirmó que quienes han participado en la transformación han logrado sentar las bases de una primera etapa que, se dijo seguro, continuará su sucesora.

Destacó que tocó la dicha de que el relevo presidencial se dé en las mejores condiciones, inmejorables, porque imagínense si después de haber iniciado este proceso, toco madera, fuese otra la situación.

Tras un ¡nooooo! de los presentes, el mandatario concluyó: Lo voy a decir, Dios existe. Entonces, estamos muy contentos por eso, porque vamos a entregar la banda presidencial a quien tiene mucha sensibilidad y va a darle continuidad a lo que se ha iniciado.

Por su parte, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, también se refirió al apoyo de los militares para concretar el proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura.

Y cuando el comandante supremo de las fuerzas armadas es un humanista, el Ejército construye, en vez de destruir; ayuda, en vez de reprimir.