En el arranque de las conferencias matutinas de su última semana completa de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador rompió el protocolo de seguridad y se dirigió a la primera fila de las sillas para saludar a una invitada especial: la escritora Elena Poniatowska. Un abrazo largo y fraterno reflejó el afecto que le profesa el mandatario.

Poniatowska llegó convocada a la presentación del informe sobre Memoria histórica y preservación de patrimonio nacional, cuyo consejo consultivo encabeza; arribó poco antes de las 7 de la mañana y al término de la mañanera ambos se fundieron en un nuevo abrazo de despedida.

En breve entrevista en Palacio Nacional, Poni comentó sobre la llegada a la Presidencia de Claudia Sheinbaum: es como si todas esas luces que están aquí arriba se hubieran prendido, es un gusto enorme, la conozco desde hace años, desde la universidad, es excelente, es una académica de primera, es una mujer valiosísima, yo la vi y la conocí desde su mamá, Annie Pardo, que era muy amiga de mi doctora. Asimismo, destacó la trayectoria de Sheinbaum, su formación y antecedentes de total izquierda.

Al referirse al titular del Ejecutivo, dijo que lo conoce desde que era un joven porque coincidían con dos amistades: el ex gobernador de Tabasco Enrique González Pedrero y su esposa, la escritora Julieta Campos. Era un joven muy enamorado de su estado, muy cercano a Carlos Pellicer, que como ustedes saben, es uno de nuestros grandes poetas. Sin abundar, definió el gobierno de López Obrador como un buen sexenio y consideró gravísimo que no se haya podido esclarecer lo sucedido con los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.