Las violencias sicológica y digital contra las mujeres son las más recurrentes en la esfera política, pues son víctimas de insultos y difamaciones por parte de funcionarios de sus propios partidos políticos, así como de servidores públicos.

En el proceso electoral pasado, 7 mil 420 candidatos renunciaron a sus aspiraciones en el ámbito local, de las cuales 4 mil 265 fueron de mujeres (57 por ciento) y 3 mil 155 de hombres (43 por ciento), y aunque no quiere decir que en todos los casos fue por violencia política de género, el programa piloto de acompañamiento del Instituto Nacional Electoral (INE) señala que sí hay casos en los que declinaron por miedo.

A este programa que por primera vez se aplicó se presentaron 26 solicitudes de mujeres para recibir acompañamiento, de las cuales 14 presentaron un riesgo alto de violencia política de género, especialmente en candidaturas locales.

Lo anterior hace innegable la violencia a la que se enfrentan las mujeres en la esfera política; además pone en evidencia la necesidad de perfeccionar acciones, programas y políticas institucionales que permitan atender de manera ágil las denuncias que se presentan, aseveró Elizabeth Bautista Velasco, presidenta del Observatorio de Participación Política de las Mujeres de Oaxaca.

Añadió que dichas acciones no deben hacerse de manera aislada; por el contrario, se requiere un trabajo de coordinación entre los órganos electorales y las dependencias de gobierno en los tres niveles para reducir los casos de violencia política de género que laceran a la sociedad.

Entre los hallazgos obtenidos a través de este programa piloto de servicios de primeros auxilios sicológicos, orientación, asesoría y acompañamiento jurídico de las mujeres en situación de violencia política en razón de género destacan los tipos de violencia como sexual, mediática-digital.

Los datos muestran que de las 26 solicitudes de mujeres candidatas, 80 por ciento señalaron sufrir violencia sicológica, 60 por ciento declararon padecer la económica, 40 por ciento de patrimonio, 20 por ciento sexual y 40 por ciento simbólica, la cual consiste en mensajes o en conductas que causan incomodidad a la mujer.

Lo grave, señala el programa, es que todavía muchas mujeres que han decidido adentrarse a la esfera política creen que es normal la violencia política en razón de género, porque todavía hay una normalización de ella.