Nueva York., Los objetivos fijados a escala mundial para el desarrollo sostenible van camino a convertirse en un gran fracaso colectivo, declaró ayer el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al aludir a la lentitud con que los países aplican cada medida.

En su discurso en la Cumbre del Futuro, en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Lula también pidió una reforma de las organizaciones multilaterales, al argumentar que la Asamblea General ha perdido su vitalidad, el Consejo de Seguridad hace caso omiso a las atrocidades y el Sur global no está representado de forma acorde con su peso político y económico.

El presidente afirmó que resulta inaceptable que el mundo retroceda en cuestiones como la igualdad de género, la lucha contra el racismo y otros tipos de discriminación, o que se normalice que la gente pase hambre. Defendió que los países no deben dar marcha atrás en los compromisos multilaterales que han firmado.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible fueron el mayor empeño diplomático de los últimos años y van en camino a convertirse en nuestro mayor fracaso. Al ritmo actual de implementación, sólo 17 por ciento de las metas de la agenda 2030 se alcanzarán a tiempo, afirmó.

Para Lula, los niveles actuales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de financiamiento para el clima son insuficientes para mantener el planeta a salvo.

En un mundo acosado por riesgos catastróficos existenciales crecientes como guerras, cambio climático y pobreza, los mandatarios de los 193 países de la ONU adoptaron un pacto para el futuro de la humanidad.

Los desafíos del siglo XXI deben ser resueltos con soluciones del siglo XXI, sostuvo el secretario general del organismo, Antonio Guterres, tras la adopción de este texto que contiene 56 acciones para hacer frente a los mayores desafíos de nuestra época.

Guterres lanzó en 2021 la idea de la Cumbre del Futuro, pero en los últimos días no había escondido su frustración ante las dificultades de alcanzar un texto de consenso ambicioso, para lo que pidió a los estados que den muestras de visión, valentía y ambición.

El texto, aunque no es vinculante, contó con la oposición de países como Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y Bielorrusia.

Esta cumbre es la antesala a la Asamblea General del organismo mundial.