Residentes de la colonia Roma exigieron a las autoridades informar la razón por la que se retiraron los sellos de clausura que colocó el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) en la casona de Colima 233, a pesar de que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) presentó una denuncia penal en la Fiscalía General de Justicia contra los dueños, constructores o la inmobiliaria, pues exhibieron documentos apócrifos para recibir la acreditación de derechos adquiridos de restaurante-bar y hotel.

El inmueble ya no tiene sellos del Invea, tampoco se ven a simple vista las autorizaciones de manifestación de demolición, de construcción ni la publicitación vecinal.

En un recorrido, se escuchó que los trabajos continúan a puerta cerrada, porque el sonido de martillazos llega al lado contrario de la acera, mientras el acceso al inmueble es vigilado por un hombre.

Hasta el momento, los vecinos no han tenido respuesta de ninguna dependencia. Tampoco en redes sociales, a pesar de que publicaron fotografías con los sellos arrancados y de que se dirigieron a Martí Batres, jefe de Gobierno, así como al Invea, Seduvi y a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial.

Entrevistado frente al inmueble localizado en un área de conservación patrimonial por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, el presidente de la Fundación Roma, Mario Rodríguez, reprochó que las obras sigan a puerta cerrada, por la falta de respuesta y transparencia de las autoridades y la omisión de la alcaldía, cuyo personal no colocó sellos de clausura o aplicó multas al admitir que no emitió manifestación de construcción.

Con los documentos apócrifos presentados a la Seduvi obtuvieron la autorización para construir 15 habitaciones de hotel, servicio de restaurante y bar en planta baja y tres niveles, aunque fue revocada.