La Cámara de Diputados aprobó anoche en lo general la reforma constitucional que suprime el perfil civil de la Guardia Nacional, para dar paso a una fuerza de seguridad pública profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, nuevamente bajo el mando operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Esa definición fue asumida por la oposición como un avance en la militarización del país, mientras Morena acotó que se trata del renacimiento de la Guardia Nacional como institución de origen militar, pero sujeta al mando civil. Además, la bancada mayoritaria sostuvo que se trata de un gran paso para alcanzar la pacificación del país.

La reforma fue aprobada en lo general con 362 votos de Morena y sus aliados y 133 en contra de la oposición, y el pleno entró a una larga discusión de 433 reservas presentadas por 62 oradores en tribuna. Al cierre de esta edición continuaba la discusión en lo particular.

Con los cambios, el Congreso legislará en materia de seguridad interior y se agregó al artículo 21 constitucional que la Federación cuenta con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la secretaría de la Defensa (Sedena), y ya no de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

Asimismo, en el artículo 129 de la Constitución se eliminó la prohibición a las autoridades militares de ejercer funciones distintas a la disciplina militar en tiempos de paz, para ajustarla a las que tenga previstas esta Constitución y las leyes que de ella emanen.

Para la diputada Paulina Rubio (PAN), con ese cambio se abrió el candado que supone un poderosísimo límite para el Ejército, de salvaguardar lo civil de lo militar. En un tono que derivó en una agresión de cantina entre bancadas –como describió Carlos Puente (PVEM)–, la panista gritó hacia el ala izquierda del salón de sesiones: ¡lacayos, zombis del régimen!

Rubio no paró ahí. En el exceso, llamó monarca que vive en un palacio al presidente Andrés Manuel López Obrador. En respuesta, desde la tribuna, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, reclamó que seguir en ese tenor llevaría al pleno a un callejón sin retorno y lamentó el bajo nivel del neopanismo, en contraste con el histórico.

¿Dónde quedaron Astolfo y Abel Vicencio Tovar; ¿Carlos Castillo Peraza, Honorato Medrano, Gabriel Jiménez Remus, los doctrinarios panistas? También metió en la misma bolsa al PRI y lanzó: recuerden a Horacio Labastida, a José Trinidad Lanz Cárdenas, al maestro José Luis Lamadrid Sauza, que vencían en el debate, aunque no en la votación.

El vicecoordinador del PAN, Elías Lixa, argumentó que los insultos habían sido mutuos y que a los de Morena, su partido respondería con el mismo tono. Y al contraste hecho por Monreal reviró: ¿Dónde está Cuauhtémoc Cárdenas y el Andrés Manuel del pasado?

Rubén Moreira, coordinador del PRI, respondió también que hace seis años, un sector del tricolor votó por constituir la Guardia Nacional y después por extender la intervención militar, para dar espacio al gobierno de construir una policía civil, pero las cosas no se han dado. Se mencionan grandes nombres y aquí me tocó dialogar con el ministro Juventino V. Castro, y aquí también se sentó Alejandro Encinas y la memoria de Heberto Castillo está en este sitio para bien.

Las intervenciones atemperaron el ánimo… hasta que horas después Emilio Manzanilla (PT) señaló a Moreira de haber pactado con el crimen organizado en Coahuila, lo que obligó a un rápido diálogo para obligar al petista a disculparse públicamente. El coordinador del PT, Reginaldo Sandoval, cruzó el salón para abrazar a Moreira.

Renacimiento de la Guardia

La discusión del dictamen comenzó poco después del mediodía –y de inicio Lorena Piñón (PRI), sostuvo que una Guardia Nacional militarizada dejará a la SSPC como chivo expiatorio cuando las cosas salgan mal.

En contraste, Dolores Padierna Luna (Morena) precisó que la reforma plantea el renacimiento de la Guardia Nacional como una institución de origen militar, con una formación policial.

Pedro Vázquez (PT) resaltó que la Guardia Nacional se usará para pacificar al país.