El fin de semana pasado, el Partido Acción Nacional (PAN) llegó a 85 años de existencia, en un aniversario que pasó sin festejo e inmerso en posiciones divididas sobre el rumbo que debe tomar.

Tras ganar la Presidencia de la República en dos ocasiones, y de que en 2018, cuando su actual dirigente, Marko Cortés, asumió la dirigencia partidaria, el instituto político gobernaba en 11 estados, ahora llega a un aniversario así: gobierna sólo cuatro estados tras perder en Yucatán el 2 de junio, y cuenta con unos 250 presidentes municipales, así como poco más de 150 legisladores locales y más de 90 federales.

Pese a ello, la dirigencia destacó que se mantienen como segunda fuerza política y anunció que la Comisión de Estudio y Propuestas de Cambio para el PAN hará una encuesta esta semana a toda la militancia, para que el cambio no sea sólo por la opinión de unos cuantos y sea el resultado de una gran deliberación nacional. El domingo, Marko Cortés hizo un llamado a los verdaderos panistas a mantenerse unidos y a nunca rendirse ante la adversidad. La cancelación del festejo se dio en medio de mensajes en redes sociales con los que algunos militantes convocaron a protestar contra Cortés. Uno de los más relevantes es Manuel Gómez Morín, nieto del fundador del PAN.