General de división se sincera en Culiacán // La paz no depende de nosotros
, sino de grupos antagónicos // Enmienda al PJF y resistencia
l general de división Jesús Leana Ojeda, diplomado de Estado Mayor, ha hecho, ni más ni menos que desde la asediada Culiacán, una declaración (o una confesión, según se prefiera) excepcional, escandalosa y sumamente ilustrativa.
¿Cuándo volverá la tranquilidad a la capital de Sinaloa (y zonas aledañas)?
, se le preguntó en una conferencia de prensa, con la pradera bajo incendio por la feroz confrontación entre la mayiza y la chapiza, un sangriento telón de fondo que esperaría algún atisbo de esperanza institucional, pero Leana Ojeda, que además es el comandante de la tercera Región Militar, con sede en Mazatlán, pecó de franqueza: Queremos que sea lo más rápidamente posible, pero no depende de nosotros. Depende de los grupos antagónicos; que dejen de hacer su confrontación entre ellos, y que estén dejando a la población en paz, para que viva con tranquilidad
.
Tan descarnada admisión de la preeminencia de los bandos delincuenciales hizo que se le insistiera en el punto. ¿La seguridad depende de esos grupos delincuenciales?
, porfió un reportero, y el claridoso general abundó en esa especie de adaptación del calderonista se matan entre ellos
: depende de ellos (de los grupos criminales), ellos son los que quieren hacer las agresiones y son los que están cobrando vidas. Nosotros no, al contrario. Nosotros estamos acá para evitar que ellos tengan confrontaciones y haya pérdida de vidas
.
No es necesario cargar de más la tinta: elgeneral Leana Ojeda ha revelado la esencia de la política sexenal en cuanto a crimen organiza-do. La fuerza militar sólo deja fluir las confrontaciones entre grupos del crimen organizado, a la espera de que haya algún ganador o alguna tregua o negociación que devuelva la paz a las comunidades. ¡Apúrense, grupos antagónicos
, en dejar de hacer sus confrontaciones
!
Las palabras del jefe militar mencionado se pronunciaron con otro impasible testigo del campo de batalla a un lado, el gobernador Rubén Rocha Moya, quien sobrelleva el desastre derivado del episodio, aún sin aclarar y mucho menos castigar, del vuelo del Chapito Joaquín y el legendario Mayo a Estados Unidos, más el asesinato del diputado federal electo, Héctor Cuén, tampoco esclarecido y que constituye un botón de muestra del abatimiento institucional y social que hoy padece Sinaloa.
En tanto, en la capital del país, en el marco del desfile tradicional del 16, el general secretario de la Defensa Nacional y el almirante secretario de la Marina expresaban agradecimiento y loas al presidente López Obrador y disposición plena para el siguiente periodo de gobierno, que encabezará Claudia Sheinbaum. Y en la agenda legislativa se prepara el inicio del proceso de formalización constitucional de la realidad vigente, que en los hechos mantiene a la Guardia Nacional adscrita al mando y la administración de la Sedena.
En cuanto a la reforma judicial, ayer mismo se inició el proceso que desembocará en la elección popular de jueces, magistrados y ministros, además de la integración de nuevos órganos judiciales. El presidente de la República hizo que este domingo se insertara en el Diario Oficial de la Federación ( DOF) el decreto que promulga los mencionados cambios (aunque no agregó un grito
triunfal por el tema, algo que sus adversarios temían), con lo cual debería darse por plenamente cerrado ese ciclo.
Pero los opositores mantienen esperanzas de frenar la reforma por la misma vía judicial, mediante señalamientos de que no se respetaron las suspensiones provisionales otorgadas por cinco jueces para que no se realizara la votación en cámaras o, en dado caso de ya haberse efectuado, que el resultado no se publicara en el citado DOF. La resistencia
contempla la posibilidad de llevar el caso a instancias internacionales si en el ámbito nacional no hubiera la respuesta que esperan. ¡Hasta mañana!
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