La coreografía Tensegrity se erige como puente entre la danza y la tecnología al desafiar las nociones tradicionales de proximidad y comunicación.

Dirigida por Abigail Jara y producida por Musse DC, la obra –fruto de la colaboración internacional entre México, Estados Unidos y España– concluirá funciones hoy en el teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Este proyecto comenzó en 2019 como una exploración del fenómeno del entrelazamiento cuántico (descubierto en los años 30 por Albert Einstein) que revela que las partículas subatómicas pueden estar conectadas de manera que la alteración de una afecta instantáneamente a la otra, sin importar la distancia, explicó Abigail Jara, directora de Musse DC.

Inspirada por este fenómeno, Jara y su equipo exploraron formas de replicar la conexión a distancia a través de la danza y la tecnología desde distintas latitudes. Durante la pandemia de covid lograron establecer una red de afectación y conexión que se manifiesta en la escena.

La producción, resultado de la colaboración entre Musse DC en México, DXArts en Seattle y Konic Thtr en Barcelona, cuenta con la participación de cerca de 15 personas, incluidos cinco performers en escena y otros colaboradores.

El componente central del montaje es un traje especial equipado con sensores, desarrollado por Abigail Jara en colaboración con el tecnólogo Héctor Exandro Ugalde. El atuendo recopila datos del movimiento, ritmo cardiaco y posición espacial del intérprete, transmitiéndolos a los nodos en Estados Unidos y España.

Los datos se transforman en elementos visuales y sonoros en tiempo real, lo que permite una interacción continua entre los cuerpos humanos y los sistemas artificiales. Esta tecnología no sólo amplifica la experiencia escénica, sino también subraya la conexión entre los países que colaboran en la obra.

Nuestras acciones y su impacto

Jara explicó que la coreografía se basa en “principios de autoorganización y homeostasis, emulando la estructura dinámica del universo. La danza sistémica, que estudia cómo los sistemas complejos adaptativos funcionan, inspira la forma en que los performers interactúan y responden a los estímulos tecnológicos y físicos.

La finalidad es reflejar la idea de que todos somos parte de un sistema interconectado, donde nuestras acciones tienen repercusiones en el entorno que nos rodea.

La respuesta de los espectadores fue notable desde el estreno de Tensegrity, en 2021, transmitido en vivo por el Centro Cultural de España en México, y en su posterior presentación en el Festival Internacional Ecoss en Barcelona.

Abigail Jara destacó que la pieza evolucionó con cada presentación, adaptándose al contexto y al espacio en el que se muestra. La interactividad y el flujo continuo de información entre los artistas y los equipos técnicos permitieron que el montaje se transforme y profundice. Juan Pampin, director de DXArts se encargó del diseño sonoro.

La combinación de la danza y la tecnología plantea un cuestionamiento sobre cómo estamos conectados unos con otros y con el mundo que nos rodea. Con cada movimiento, cada dato transmitido y cada interacción, ofrecemos un testimonio de la capacidad del arte para trascender las distancias y conectar a las personas en un nivel más profundo, añadió.

“En escena, aplicamos el concepto de tensegridad –que alude a la interacción entre tensión y compresión en sistemas estructurales–, con el fin de mostrar la manera en que los participantes se afectan sin necesidad de contacto físico directo. Esta metáfora resalta la interconexión entre los cuerpos biológicos y los sistemas artificiales.

Los visitantes tendrán la oportunidad de presenciar un espectáculo que desafía las convenciones de la danza y explora la integración de la tecnología en el arte, lo que genera una reflexión profunda sobre la conexión humana y la interactividad en la era moderna.

La última función de Tensegrity es hoy a las 19 horas en el teatro Raúl Flores Canelo del Cenart (Río Churubusco 79, colonia Country Club Churubusco, alcaldía Coyoacán). La entrada cuesta 150 pesos.