En sigilo, miles de maestros de prescolar, primaria y educación especial de la sección 9 de la Ciudad de México, que agrupa a más de 40 mil educadores, fueron convocados ayer por el comité ejecutivo seccional, que encabeza Ulises Chávez Tenorio, para renovar sus comités delegacionales por zona escolar, luego de 25 años de no poder ejercer ningún derecho de representación sindical.

Sin cumplir los plazos estatutarios, que señalan un periodo mínimo de 15 días entre la fecha de emisión de la convocatoria y la realización de la elección, los educadores recibieron el pasado lunes la instrucción de sus directores, supervisores e inspectores de acudir a poco más de 500 escuelas para conformar asambleas y votar por la planilla, en muchos casos única, que les fue presentada para elegir sus representantes gremiales.

Mucho del enojo es que no sabíamos nada. En mi caso, como soy directora de primaria en una escuela en la alcaldía Miguel Hidalgo, el lunes nos llegó, vía ventanilla (correo electrónico institucional) un mensaje diciéndonos que teníamos que acudir a determinada escuela este jueves, pero no sabíamos por qué nos citaban, explicó una maestra que logró integrar una planilla distinta a la del sindicalismo institucional y ganar la votación en su zona escolar.

Detalló que en su asamblea ni los enviados del comité ejecutivo seccional, que por 25 años formó parte del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, sabían explicar nada.

La educadora, quien solicitó el anonimato, narró que luego de protestar porque no se nos dijo que era para la elección de nuestros representantes y que se nos estaba presentado una planilla integrada sólo por maestros de un único plantel de la zona escolar, aceptaron darnos cinco minutos para integrar otra, y lo logramos, les ganamos la votación.

No hubo quorum

En tanto, Pedro Hernández Morales, secretario general del magisterio disidente de la sección 9, denunció que en muchos casos “ni siquiera se cumplió con el quorum para realizar la asamblea, y en la mayoría de las escuelas se desconocía quién y cómo se integró la planilla, en la que sólo iban docentes institucionales”.

Pese a ello, aseguró, en las asambleas donde los maestros disidentes lograron organizarse “se obtuvo mayoría para encabezar los comités delegaciones de esas zonas escolares, pese a que se aplicaron todas las tácticas del viejo charrismo sindical”.

En un recorrido realizado por La Jornada a diversos planteles donde fueron convocadas asambleas delegacionales, se constató que éstas se realizaron a puerta cerrada, sin ningún tipo de información sobre el motivo y cuál era la actividad sindical que se realizaba, y el acceso a los planteles permaneció controlado con libreta de registro.

Docentes y directivos que participaron en las asambleas señalaron que “hubo mucha molestia entre los profesores asistentes, porque cuando preguntabas por qué no se cumplía con los plazos establecidos en los estatutos, la respuesta era que se trataba de asambleas extraordinarias, por lo que no estaban sujetos a los plazos estatutarios".

Roberto Gómez, dirigente del magisterio en la zona oriente de Iztapalapa, denunció que hubo asambleas en las que, ante la ausencia de profesores adscritos a la zona escolar, se integró a maestros de educación física “que no corresponden a la sección 9. En otros casos ni siquiera se dio a conocer la convocatoria para el proceso de elección y fue sometida a votación una planilla única armada por el charrismo sindical”.

En otras zonas escolares, como la 33 y 44, aseguró, “los integrantes del charrismo impidieron el registro de planillas rojas democráticas, pero en otras, como la zona escolar 375, se logró ganar la elección del comité delegacional, mientras en las escuelas donde había presencia mayoritaria de maestros críticos al charrismo, éstos no se presentaron para instalar la asamblea”.

Francisco Bravo, director de la escuela primaria Leonardo Bravo e integrante de la dirigencia nacional de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), destacó que de acuerdo con los datos que proporcionó Chávez Tenorio a la Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México, ayer se programaron 520 asambleas delegacionales de un total de 650 zonas escolares, por lo que se excluyeron todas aquellas en las que saben que la CNTE tiene mayor presencia, por lo que se trató de un claro albazo al más puro estilo del charrismo sindical.