Ante la llegada constante de personas extranjeras con necesidades de protección internacional y migrantes en la frontera sur del país, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) alistan la puesta en marcha del Centro Multiservicios en Tapachula, Chiapas, el único en su tipo en América Latina, dada su capacidad para recibir a mil 500 personas por día que requieran iniciar y dar seguimiento a sus solicitudes de refugio, así como otros servicios básicos.

El centro se construye en un predio de 7 mil metros cuadrados que fue donado por el gobierno de Chiapas a la Secretaría de Gobernación para usufructo de la Comar. Ayer, la Acnur anunció que la primera fase de construcción concluirá en diciembre y se espera que esté en funciones en enero de 2025.

En un video difundido en redes sociales, Renee Cuijpers, representante adjunto de Acnur México, explicó que con este proyecto se busca tener un espacio donde se pueda brindar atención integral a las personas con necesidades de protección internacional, ya sea refugiados o solicitantes de esa condición, y también con apertura a otra población en situación de movilidad.

Silvia Garduño, oficial de comunicación de Acnur México, destacó en entrevista que Tapachula es la puerta de entrada más grande al país para las personas en movilidad, y es la ciudad que recibe 60 por ciento o más de las solicitudes de asilo en México.

La ciudad fronteriza, dijo, cuenta con tres oficinas de la Comar que se dedican a atender las distintas fases del proceso para pedir refugio. Sin embargo, con la entrada en funciones del Centro Multiservicios todo el procedimiento al sistema de asilo estará ahí, pero también se tiene como objetivo que las personas puedan encontrar ventanillas de orientación e información para, por ejemplo, acceder a servicios de salud física y mental, vinculación laboral y socioeconómica, y asesoría legal.

Para ello, indicó que en el centro habrá presencia de diversas entidades de los gobiernos federal, estatal y municipales, además de agencias de la ONU, organismos internacionales y de sociedad civil.

Garduño mencionó que la primera fase del proyecto, que se relaciona con la construcción, fue financiada en su mayor parte por Acnur. En la segunda, que tiene que ver con el equipamiento, los recursos los aportará la Oficina de la ONU de Servicios para Proyectos. Refirió que un modelo de atención similar al que se brindará en Tapachula ya se aplica en Tijuana, Baja California.