La resolución de ayer en la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE), que rechaza el aval a la asamblea nacional del PRI y sus reformas estatutarias que dieron pie a la relección de Alejandro Moreno como su dirigente partidario, son una esperanza seria de que ese proceso se echará abajo, señaló la ex presidenta nacional del tricolor Dulce María Sauri.

Indicó que su equipo jurídico ya analiza los alcances de la resolución que aún deberá votar el Consejo General del órgano electoral, pero sostuvo que, de ratificarse, la dirigencia de Alito tendría el tiempo contado, pero acotó que aún faltan muchos pasos en la ruta legal.

La también ex gobernadora de Yucatán explicó que las autoridades electorales autorizaron el año pasado una extensión del periodo de la dirigencia de Moreno sólo hasta 60 días después de concluir el proceso electoral. Adujo que por ello fue la urgencia de Moreno para realizar el proceso que terminó con su relección.

Sauri consideró que este periodo comienza a correr a partir del 29 de agosto, cuando se determinó el reparto de plurinominales en el Congreso. Por su parte, Moreno ha argumentado que esa apreciación sería incorrecta y ha dicho que el periodo electoral concluyó con la elección del 2 de junio, por lo que la Asamblea Nacional y su relección serían válidas.

De rechazarse la validez de la asamblea priísta, dijo Sauri, el partido deberá nombrar una dirigencia interina: Diría que hay una esperanza seria de nuestra parte porque está fincada en la legalidad. Éste es un paso importante, pero siguen otros más.