La familia Yunes, que por décadas ha sido protagonista de la política veracruzana, ha militado tanto en el PRI como en el PAN, al mismo tiempo que han surgido decenas de acusaciones legales contra distintos integrantes de ese clan.

En el caso del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, quien ayer pidió licencia a su cargo horas antes de iniciar la discusión de la reforma del Poder Judicial, llegó a su escaño después de un proceso que lleva tres años, acusado de falsificar documentos para buscar contender por la alcaldía de Veracruz en 2021, a pesar de que tres años antes seguía siendo alcalde de Boca del Río.

Su padre y ex gobernador de la entidad, Miguel Ángel Yunes Linares, y quien asumió su lugar en el Senado como su legislador suplente, también ha enfrenado denuncias e investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito, mientras sus dos hermanos, Fernando y Omar Yunes Márquez, han sido señalados por supuestas irregularidades, mismas que han negado en reiteradas ocasiones haber cometido.

Pese a haber obtenido una senaduría tras las pasadas elecciones del 2 de junio, la fiscalía veracruzana mantenía un proceso contra Miguel Ángel Yunes Márquez, por la presunta falsificación de documentos para acreditar su residencia, y poder ser candidato a la alcaldía de Veracruz.

En la segunda semana de julio un juez giró una orden de aprehensión por delitos de fraude procesal y falsificación de documentos. Tras ello, el pasado 18 de julio, el juzgado noveno de distrito en materia de amparo le otorgó una suspensión provisional que frena temporalmente la ejecución de esa orden, lo cual le permitió rendir protesta como senador por seis años, tiempo en el cual tendrá fuero.

Antes de contender por la alcaldía de Veracruz con la intención de ser el sucesor de Fernando, su hermano, Miguel Ángel Yunes Márquez contendió por la gubernatura, en la que perdió contra el morenista Cuitláhuac García.