Al trascender que Morena tenía los votos necesarios para aprobar la reforma, cientos de personas entraron por la fuerza al pleno ante el beneplácito de la oposición
Miércoles 11 de septiembre de 2024, p. 4
De manera insólita, cientos de trabajadores del Poder Judicial y estudiantes inconformes con la reforma en la materia irrumpieron ayer en el Senado de la República, donde se discutía la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, y tomaron el salón de plenos, con el beneplácito de la oposición, que se quedó con ellos en el recinto.
Esta es la primera ocasión en que la sede senatorial de Reforma es invadida. Antes ocurrió en 1989 y en 1998, pero en la vieja casona de Xicoténcatl.
Pareció que todo fue organizado después de que quedó claro que Morena tenía ya los votos que necesitaba para lograr la mayoría calificada y aprobar la reforma que permite la elección de jueces, magistrados y ministros por el voto directo de la ciudadanía.
Los senadores tenían apenas una hora de haber iniciado la discusión sobre la modificación legislativa cuando un centenar de manifestantes empezaron a jalonear las rejas de la puerta seis, las que dan hacia la avenida Reforma, impulsados por el apoyo que algunas personas les dieron desde el segundo piso del inmueble senatorial.
Eran las 3:45 de la tarde y sólo bastaron 15 minutos para romper los cerrojos del acceso, donde de manera inusual prácticamente no había elementos de seguridad.
Abierto el camino, subieron las escalinatas y tras ellos cientos más. Llegaron al llamado Patio del Federalismo, que en cuestión de minutos lució repleto. Algunos se dirigieron al segundo piso, desde donde se puede acceder a las gradas destinadas a los visitantes, mientras otros se fueron al salón de plenos, donde se enfrentaron con menos de 10 elementos de resguardo parlamentario presentes en el sitio.
Ante los empujones de los inconformes que hicieron crujir las puertas de cristal y los golpes con tubos que portaban, los empleados del Senado respondieron lanzándoles el líquido de los extintores.
Pero no pudieron parar a los cientos de manifestantes, quienes lograron finalmente entrar al salón de plenos tras romper una de las puertas de madera. La morenista Citlalli Hernández y el ahora pevemista Jorge Carlos Ramírez Marín trataron de dialogar con ellos, sin éxito. Los senadores del bloque mayoritario optaron por salir del salón.
Al grito de el Poder Judicial no va a caer, no va a caer
y Yunes traidor, te vendiste a Obrador
, los manifestantes se treparon a la mesa directiva y a las mesas de los escaños, desde donde siguieron lanzando sus consignas contra la reforma, acompañados por los senadores de oposición.
Alejandro Moreno y Marko Cortés, dirigente del PRI y el PAN, respectivamente, aprovecharon para culpar al morenismo de los hechos, por no escuchar a los trabajadores y polarizar a la sociedad
.
Lo que pasó es un síntoma claro de que la sociedad no se siente escuchada, ni tomada en cuenta, puntualizó Cortés Mendoza, quien destacó que no urge la reforma judicial planteada.
Para entonces, la mesa directiva del Senado ya había decretado un receso de la sesión por tiempo indefinido y realizaba los preparativos para continuar los trabajos en la antigua sede del Senado, en el centro de la ciudad.
Como parte del insólito ingreso –propiciado en parte por errores en el operativo de seguridad implementado por la cámara y las autoridades capitalinas–, los inconformes recorrieron el patio del inmueble con un ruido ensordecedor provocado por tambores, cornetas y altavoces.
Además, desplegaron una gran bandera en el patio y brincaron gustosos en su derredor. Así siguieron, hasta que se supo que los trabajos legislativos continuarían en la vieja casona de Xicoténcatl, y empezaron a salir del recinto para seguir a los senadores.
Sobre Reforma, un grupo festejó la irrupción, mientras integrantes de la dirigencia de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed) reprocharon que la irrupción no fue consensuada. Incluso, acusaron sabotaje y la adjudicaron a personas ligadas a Morena.
En el centro de la ciudad, los trabajadores del Poder Judicial también intentaron entrar a las instalaciones senatoriales, pero hasta el cierre de esta edición no habían logrado su propósito. Hubo choques con la policía capitalina que resguardó el edificio y ha recurrido a los extintores para alejar a los empleados. Por esta acción, estos últimos denunciaron actos de represión.