Martes 10 de septiembre de 2024, p. 9
La Habana., La Cuba socialista, cuna de la salsa y otros ritmos que han conquistado el mundo, ahora se rinde ante la invasión de la música pop surcoreana.
Trece mil kilómetros de distancia separan a ambos países, además de lengua y tradiciones culturales diferentes; sin embargo, estas barreras parecen desaparecer en una fracción de segundo gracias al contagioso ritmo y a las elaboradas coreografías del K-Pop.
La música popular coreana, o K-pop, se ha extendido ampliamente desde sus raíces asiáticas a medida que bandas de chicos como BTS y NCT y su contraparte femenina Blackpink rivalizan con Taylor Swift en descargas y ventas de álbumes a nivel mundial.
Su popularidad tardó en alcanzarse en Cuba, donde la salsa es el rey y la velocidad de Internet era glacial hasta hace poco.
El sábado, lejos de Seúl, decenas de adolescentes, con cuadros, faldas escolares, pantalones bombachos anchos y gruesos delineadores de ojos negros mostraron sus mejores movimientos mientras imágenes de los ídolos del género asiático se proyectaban en la gran pantalla de un club de baile de La Habana.
El K-pop me ha abierto un mundo nuevo
, dijo Francisco Piedra, de 24 años, quien cuando no trabaja con su padre como herrero, sueña con pasos de baile meticulosos. Conocido por su nombre artístico, Ken, algún día aspira a ser coreógrafo profesional de K-pop. Es un lugar donde puedo ser yo mismo y compartir con amigos la alegría de la risa, la canción y el baile.
Muchos adolescentes esperan seguir los pasos de dos grupos cubanos, Limitless y LTX, que antes de la pandemia viajaron a Corea del Sur para participar en el K-POP World Festival, competencia anual de talentos.
El K-pop (un género que abarca estilos musicales que van desde el R&B hasta el rock) llegó a la isla por primera vez cuando los cubanos se enamoraron de las telenovelas surcoreanas, hace más o menos una década.
A medida que la velocidad de Internet mejoró y los controles gubernamentales se relajaron, más jóvenes cubanos se conectaron a la web y comenzaron a transmitir videos, como los adolescentes de casi todo el mundo.
Una generación anterior de líderes de Cuba ha tenido vínculos más fríos con Corea del Sur. Ambos países recientemente restablecieron este año relaciones diplomáticas, cortadas tras la revolución cubana de 1959.