En México 1.38 millones de niñas y niños de 1 a 4 años de edad sufren intoxicación por plomo. La población más afectada es la que enfrenta mayores carencias; pertenecen a comunidades indígenas o viven con desnutrición crónica. La principal fuente de exposición es el uso de loza de barro vidriado con plomo, alerta la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua (Ensanut) 2022-2023.

El estudio Investigación por plomo en población pediátrica, coordinado por la doctora Martha María Téllez-Rojo, del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, destaca que la prevalencia de intoxicación a nivel nacional es de 17.2 por ciento, pero se eleva a 29 por ciento de los menores de 1 a 4 años en población indígena; 25 por ciento entre quienes padecen desnutrición crónica; 20 por ciento en infantes que habitan en zonas rurales, y 12 por ciento para quienes residen en las áreas metropolitanas.

Destaca que la principal fuente de exposición en población general es el uso de la loza de barro vidriada con plomo. Y subraya que la prevalencia de intoxicación entre usuarios frecuentes es de 44.3 por ciento, frente a 9.8 por ciento de quienes no la usan.

No existe un nivel seguro de exposición al plomo, aun con dosis bajas, daña todo órgano y sistema del cuerpo humano en el que se deposita. Es conocida la neurotoxicidad por exposición al plomo por sus efectos en el sistema nervioso y el cerebro, pero la exposición crónica también tiene efectos reproductivos, cardiovasculares, inmunológicos y endócrinos, entre otros, señala el informe en el que también participaron los investigadores Luis Bautista, Alejandra Cantoral, Netzy Peralta, José Figueroa y Belem Trejo.

De acuerdo con los datos de la Ensanut 2022-2023, en mil 747 menores de 1 a 4 años de edad, como muestra representativa, el mayor riesgo de intoxicación (52 por ciento), lo presenta la población indígena en edad pediátrica con desnutrición crónica que reside en zonas rurales y que utiliza de forma cotidiana barro vidriado, pues su intoxicación es 15 veces mayor a la que presentan los menores con el menor riesgo.