Marko Cortés, presidente del PAN, señaló en la ciudad de Querétaro que ya sea con intentos de sobornos o el inicio de carpetas de investigación por parte de las fiscalías estatales, al menos dos senadores de su partido han sido presionados para que voten a favor de la reforma judicial, pero no especificó quién ni cómo se estaría realizando.

En tanto, la coordinadora de la fracción panista en el Senado, Guadalupe Murguía, aclaró que ella no ha recibido ninguna amenaza y justificó el llamado hecho el viernes por su correligionaria María de Jesús Díaz, a linchar y agarrar a chingadazos al opositor que se atreva a dar el voto que le falta a Morena para concretar la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF).

Interrogado al término del tercer informe de Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro, Cortés aseguró que lo que sí es un hecho es que el régimen morenista anda de compras. Por un lado trae a las fiscalías y por el otro trae el presupuesto.

Sin embargo, garantizó que su partido estará atento para que los senadores de PRI y PAN acudan sin falta a la sesión para votar en contra del dictamen. Al menos tengo conocimiento de dos senadores del PAN que son amedrentados, señaló Cortés. Añadió que también legisladores priístas y emecistas han recibido presiones. Exigimos al gobierno federal dejar de usar a las fiscalías para presionar. Que dejen de intentar sobornar con múltiples ofrecimientos y reconozcan que el pueblo no les dio mayoría calificada en el Senado.

Sobre el llamado de María de Jesús Díaz a linchar a los senadores de oposición que no se presenten a votar contra la reforma judicial, Murguía consideró que esos dichos no representan nada, más que una senadora utilizando su lenguaje habitual y con el que se comunica en su estado.