París. Miles de manifestantes de izquierda salieron ayer a las calles en toda Francia para protestar contra el nombramiento del centroderechista Michel Barnier como primer ministro, y denunciar un golpe de fuerza del presidente Emmanuel Macron.

La democracia no es sólo el arte de saber aceptar la victoria, sino la humildad de aceptar la derrota, expresó a los manifestantes Jean-Luc Mélenchon, jefe del partido La Francia Insumisa (LFI), al inicio de la marcha en París, además, instó a sus seguidores a prepararse para la batalla: No habrá pausa, prometió.

La manifestante Manon Bonijol aseguró que la Quinta República (sistema republicano en vigor desde 1958 en Francia) está colapsando, además de que votar (en el Parlamento) será inútil mientras Macron esté en el poder, añadió la joven de 21 años.

¡Macron, vete; Macron es un traidor, ¡renuncia; ¡Detengamos la toma del poder por Macron, Macron es la antidemocracia, fueron las consignas que se escucharon de los asistentes que marcharon de la Plaza de la Bastilla a la Plaza de la Nación, detalló un corresponsal de la agencia informativa RIA Novosti.

Los radicales del llamado bloque negro rompieron varias estructuras para las paradas de autobuses y provocaron focos de incendios con botes de basura.

La alianza izquierdista, a la que pertenece LFI, quería que Lucie Castets, una economista de 37 años, se convirtiera en primera ministra, pero el mandatario francés desechó la idea bajo el argumento de que no sobreviviría a una votación de confianza en el Parlamento dividido, indicó la agencia Afp.

Barnier, de 73 años, es el mayor de los 26 primeros ministros que sirvieron a la Quinta República en la Francia moderna y remplaza al más joven, Gabriel Attal, que tenía 34 años cuando recibió el nombramiento hace apenas ocho meses, recordó la agencia Ap.

Desde la extrema derecha, Jordan Bardella, presidente de la Agrupación Nacional (AN) advirtió a Barnier que el nuevo gobierno correrá el riesgo de ser censurado si no toma en cuenta las demandas de su formación.

Espero que el primer ministro y el futuro gobierno no sólo sean capaces de ponerse manos a la obra, sino que también estén atentos a las exigencias que ahora son nuestras, agregó.

Creo que a partir de hoy, Barnier es un primer ministro bajo vigilancia (...) de un partido político que es ahora una parte ineludible en el juego parlamentario, insistió.

El nuevo primer ministro respondió a Bardella que el gobierno está bajo la vigilancia democrática de todos los franceses y de todos los sectores políticos, esto, luego de su primer acto oficial en el Hospital Necker, donde se reunió con empleados del sector médico.

De acuerdo con las autoridades, 110 mil personas salieron a las calles de todo el país, 26 mil de ellos protestaron en París, pero los organizadores afirmaron que hubo 300 mil participantes (160 mil en la capital) en las más de 150 manifestaciones realizadas a escala nacional en Nantes, Niza, Marsella y Estrasburgo, entre otras ciudades.

Cinco personas fueron detenidas por la policía por portación de armas prohibidas, lanzamiento de proyectiles y por causar daños en la manifestación en la capital, indicó la autoridad.