sentimiento plásticode Oaxaca
Miércoles 4 de septiembre de 2024, p. 5
Un sentimiento plástico
es lo que el fotógrafo Alejandro Echeverría (1958) busca y capta en las paredes de su ciudad natal de Oaxaca. Son paredes continuamente pintarrajeadas durante las manifestaciones y marchas, y luego tapadas por las autoridades. Allí es cuando el ojo entrenado del fotógrafo entra en acción, con el fin de encontrar nuevas composiciones estéticas.
Echeverría tiene 30 años enfocando las paredes de Oaxaca. Ahora muestra una selección de las obras a color de las series Suturas de una ciudad y Espacios de trabajo con el título de Muros, en la Galería Almanaque. Las piezas fueron escogidas por el curador James Oles con base en su relación con la pintura
.
Para Oles, las fotografías de Echeverría son lienzos efímeros y accidentales, campos de suntuoso color que flotan con comodidad entre los hechos cuidadosamente observados y el mundo de la imaginación
.
A lo largo del tiempo, el tema principal del expositor han sido las manifestaciones sociales y políticas; sin embargo, no retoma la consigna, sino la censura, lo que se cubre
, que, a su vez, forma capas sobrepuestas de pintura. Si sus fotos a primera vista parecen pinturas es porque “eso es lo que existe en el muro. Es como lo abstraigo.
“Soy un observador de las calles; digo: ‘ya hubo una marcha que el gobierno se encargó de tapar’, entonces, veo que dejaron nuevas composiciones”, dice Echeverría a La Jornada. A pesar de que nunca pensó en hacer fotografía documental, siente que su material es un documento de los diferentes registros de las manifestaciones a lo largo de tres décadas. También, de los diferentes tipos de pintura utilizada para tapar. Es un trabajo antropológico en las paredes
.
–¿Qué tipo de composición busca?
–Trato de expresar las texturas, las líneas, las composiciones que se forman en lo que llamo códigos inconscientes porque al final todas estas sobreposiciones van haciendo códigos visuales.
En mi trabajo, como es el muro, casi no hay profundidad de campo, lo que a veces se da por el juego de luces y sombras. Mis imágenes son más bien de luces directas, en el momento que la luz toma a la pared fuertemente. Si al muro le toca el sol en la mañana, trabajo entre las 10 y una de la tarde. Pero también puede ser entre las 3 y 5 de la tarde. Depende de la dirección del Sol
. Sus composiciones tienden a ser abstractas.
Imprime sus imágenes sobre un papel de algodón de 310 gramos. Comenta que anteriormente uno imprimía mucho en papel fotográfico glossy, que tenía mucho brillo; sin embargo, con la aparición de papeles de algodón ya no hay brillo. Tampoco es mate, porque los colores son vivos. La falta de brillo contribuye a que sus fotografías parezcan pinturas.
La mayoría de las personas son indiferentes a estos muros. Mucha de la gente que ha visto mi trabajo, ya sea de visita en Oaxaca o que vive aquí, no ha visto la ciudad a partir de lo que yo veo. Les cambia la visión completamente porque de repente ya ponen atención a cosas que suceden allí
.
A través del visor de su cámara, Echeverría abstrae lo que desea incluir en la fotografía, aunque siempre con esa mirada precisa sobre lo que quiero expresar, que es una manifestación artística por medio de la imagen. Un lenguaje que he generado en estos 30 años, en el que me he permitido ser parte de un movimiento artístico fuerte. Mis principios estuvieron más ligados hacia los pintores que a los fotógrafos
.
La pieza más antigua de la muestra, Lo que el viento a Juárez (1996), es la única que no estaba en un muro, sino en un eucalipto: En ese árbol estaba este residuo de cartel de Benito Juárez, el que arranqué para tomar la foto más a mi nivel
. De acuerdo con Echeverría, la corteza del árbol con la imagen del Benemérito llegó a manos de Francisco Toledo, quien incluso lo exhibió como pieza del mes en el Museo de Arte Moderno a finales de los años 90
.
La exposición Muros, del fotógrafo Alejandro Echeverría, permanecerá hasta el 7 de septiembre en la galería Almanaque (Colima 101, colonia Roma, CDMX).