Con 13 años recién cumplidos, Ángel Camacho se sumergió por primera vez en una piscina. A regañadientes, el leonés comenzó a nadar como parte de su rehabilitación del síndrome de Hanhart con el que nació.

El objetivo de sus padres era fortalecer su cuerpo para utilizar adecuadamente sus prótesis y caminar con mayor facilidad. Lo hizo, y no sólo eso, porque a las pocas semanas de entrenar fue elegido para representar a nuestro país a nivel estatal e internacional.

Yo quería estudiar medicina y ahora soy un atleta. Estoy muy contento por mi decisión y más ahora porque por fin le gané al coreano que siempre me dejaba atrás, comentó el nadador tras llevarse el bronce en la prueba de 150 metros combinados SM4 con tiempo de 2:37.29 minutos, un récord en América.

Para avanzar a más velocidad, Ángel, de 19 años, genera la mayor parte de la fuerza desde los hombros. Así lo hizo en su prueba de ayer, en la cual protagonizó un cierre dramático.

Sabía que podía llegar al podio, tuve mentalidad fuerte y aproveché todas las herramientas adquiridas en mis entrenamientos. En cada prueba siempre doy lo máximo porque soy muy competitivo y me gusta llegar en los primeros lugares, añadió el paratleta, quien sumó su segunda medalla en París al bronce en los 100 metros estilo libre S4.

El oro fue para Román Zhdanov, de los Atletas Individuales Neutrales, y la plata para el israelí Ami Omer Dadaon.

Camacho, quien disputa sus segundos Juegos Paralímpicos, tiene pendientes tres pruebas: los 50 y 200 metros libres, además de los 50 metros dorso.

En la misma prueba Marcos Zárate se ubicó en el séptimo sitio. Arnulfo Castorena también tuvo actividad en los 150 combinados SM3, ubicándose en la sexta posición.

En la rama femenil, la veterana Nely Miranda ocupó el sexto puesto en los 150 metros combinados SM4, mientras Pedro Rangel compitió en los 100 metros pecho, clasificación SB5, pero no logró avanzar a la final. Matilde Alcázar quedó a pocos segundos de llegar a la disputa por las medallas en los 100 metros dorso, clasificación S11.

Debut con presea

La historia de Osiris Machado fue marcada por un accidente. A los nueve años la seleccionada perdió la flexibilidad en la pierna derecha tras haber sido arrollada por un tractor fuera de control en la carretera. Otros miembros de su familia también resultaron lesionados.

En lugar de lamentarse, la deportista decidió ocuparse y encontró en el deporte una actividad que, además de fortalecer su cuerpo, la llevó a lugares que nunca imaginó.

Ayer, la mexicana logró una presea de bronce en sus primeros Juegos Paralímpicos. Osiris estuvo en el podio en la final de lanzamiento de disco F44/F64 con una marca de 40.01 metros, en el tercer día de competencias del paratletismo en París.

Estoy muy feliz porque venía por medalla, no sabía de qué color, pero quería estar entre las primeras. Sentí mucha adrenalina, el corazón se me iba a salir, pero traté de controlarme y logré mi objetivo, relató.

La trayectoria de Machado comenzó a brillar en 2023 con un oro en los Juegos Parapanamericanos Juveniles en Bogotá; poco después repitió el primer lugar en los Juegos Parapanamericanos de Santiago de Chile con récord continental. Este año obtuvo una plata en el Mundial de Paratletismo, que se disputó en Kobe, Japón.

En otros resultados, Juan Pablo Fernández compitió en la prueba de 400 metros T54 y se ubicó en el octavo sitio. Mónica Rodríguez y su guía, Pablo Rodríguez, compitieron en los 1500m T11, pero no consiguieron avanzar a la final.

Al cierre de la jornada, México suma ocho preseas en París con tres platas y cinco bronces, para colocarse en el sitio 44 del medallero.