Habitantes de Parres el Guarda, en Tlalpan, afectados la semana pasada por el agua de lluvia con lodo de la zona de cultivos, pidieron al gobierno local utilizar un terreno contiguo al poblado para una presa de captación pluvial, al advertir que no han sido suficientes las obras hechas con el fin de evitar inundaciones, que se repiten por cuarto año consecutivo.

Autoridades capitalinas admitieron que las inundaciones son por varios problemas en la salida del pueblo, por la carretera federal y la calle Laureles, límite con la zona rural, ya que hay un desfogue que baja hacia las casas. Otra es el cambio en el tipo de cultivo para producir papa, lo cual desestabiliza el suelo, al acelerar la erosión y con lluvias torrenciales o atípicas, como la del martes antepasado, el agua baja con mucho lodo, lo que tapa la canaleta rumbo al colector de la carretera federal y se desborda hacia las calles Laureles, Bugambilia y Lirios.

La inundación del año pasado afectó 26 viviendas, por lo que hay trabajos de desazolve y desfogue permanente con bombas hacia resumideros naturales en temporada de lluvia, además de construir gaviones, pozos de absorción y un colector, pero no ha sido suficiente.

Por otra parte, la alcaldía Tlalpan reportó que 70 por ciento de la red secundaria de distribución de agua potable y drenaje ha superado su vida útil de 30 años, pues fue construida con asbesto y cemento, que se ha deteriorado por el paso del tiempo y ahora tiene múltiples fugas.

Aun con la promesa de la alcaldesa, Alfa González, de implementar un plan hídrico que apoye a los vecinos por la falta del líquido, se requiere de al menos medio millón de pesos para que apenas se pueda elaborar un estudio geológico y se determinen las causas de los hundimientos regionales que afectan la infraestructura del drenaje.