Con la entrega al editor de origen cubano René Muiños Gual del Reconocimiento Rubén Bonifaz Nuño a la Trayectoria Editorial Universitaria 2024, ayer se inauguró la sexta Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Filuni), que permanecerá abierta hasta el domingo.

Organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene de invitada de honor a la Universidad de la República (Udelar), de Uruguay, que este año conmemora su 175 aniversario.

Participan 180 sellos nacionales e internacionales y su programa consta de 300 actividades culturales y académicas, entre seminarios, conferencias, talleres, presentaciones y charlas. Su sede es el Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM (avenida del Imán 10, Ciudad Universitaria).

Tras recibir su reconocimiento de manos del rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, Muiños Gual (Santiago de Cuba, 1949) sostuvo que la razón de ser del libro no es su condición de objeto, sino la lectura y la transmisión del conocimiento que ésta aporta.

La lectura es lo importante, lo que perdurará, no así su soporte, que siempre será cambiante, afirmó y consideró que los profesionales del ramo son facilitadores, mediadores y a veces hasta demiurgos para que el proceso de lectura sea eficiente.

En el caso específico de la edición universitaria, donde la finalidad de los textos es la enseñanza y el aprendizaje, el libro debe avanzar en armonía con las tecnologías de la información y las comunicaciones e integrarse en el nuevo universo de los contenidos digitales, agregó el editor, quien reside en Costa Rica, donde dirigió durante dos décadas la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia, convirtiéndola en la principal editorial universitaria de Centroamérica y en pionera en la producción de libros electrónicos.

El rector de la Udelar, Rodrigo Arim, puso el tono político a la ceremonia al mencionar los motivos que hace dos años lo llevaron a aceptar de inmediato la invitación del entonces rector de la UNAM, Enrique Graue, para que aquella institución fuera la invitada de honor este año.

Por supuesto, hay una razón primera: ser protagonista de la Filuni tiene un valor intrínseco para toda universidad de calidad en el mundo, pero hay razones más idiosincráticas, propias de ponderar, remarcó en alusión al golpe de Estado en Uruguay de junio de 1973 y la dictadura cívico militar.

En ese contexto, ni México ni la UNAM fueron actores prescindentes. Miles de uruguayos, entre ellos estudiantes, docentes, trabajadores, egresados universitarios, encontraron en la solidaridad y el cobijo de este país y de esta universidad un espacio de tranquilidad para realizar sus vidas, para habilitar la resistencia del exilio o para continuar con su formación y desarrollo profesional.

Al subrayar el crecimiento y la importancia experimentado por la Filuni, que a su decir se ha consolidado como un referente nacional e internacional, Leonardo Lomelí asumió que poner énfasis en la promoción de la lectura es una de las tareas indispensables de la misma.

En especial, dijo, al considerar que cifras de organismos internacionales revelan que 55 por ciento de los estudiantes de América Latina y el Caribe no tienen suficientes habilidades básicas en esa área, además de que el Inegi reportó que el porcentaje de población lectora en México disminuyó 14.6 por ciento entre 2015 y 2024.

Como lugar de convergencia intergeneracional y pluralidad, la Filuni tiene la responsabilidad de visibilizar este fenómeno y fomentar una discusión constructiva para revertir estas tendencias, expresó el rector de la UNAM.