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De la otra ciudad

Abrió en Tlalpan el primer taller textil

La tranquilidad de sus empleadas, el valioso inicio de una cooperativa

Con los uniformes como principal producto, brindó una oportunidad para que mujeres trabajen en su casa

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▲ Acercar la fuente laboral a las madres de familia, fue la idea por la que nació la cooperativa Progreso Totoltepec, productora de uniformes en Tlalpan.Foto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de agosto de 2024, p. 29

Eulalio Álvarez Espinosa, representante de la cooperativa Progreso Totoltepec, la primera que se dedicó a la producción textil en Tlalpan, confiesa que cuando pensó en constituirla hace 16 años, yo de costura no sabía nada.

Su origen, explicó, fue motivado por un problema que enfrentaban mujeres jefas de familia que laboraban en la confección de prendas para el programa de uniformes escolares, creado en 2006 por el entonces gobierno del Distrito Federal, y que al siguiente año se entregó una parte a empresas cooperativas y sociedades de producción rural.

La administración capitalina proporcionó dos inmuebles en las alcaldías Iztapalapa e Iztacalco para concentrar la producción de las prendas, pero muchas de las mujeres que laboraban en ellas provenían de poblados distantes, como Parres el Guarda, San Miguel Topilejo y San Andrés Totoltepec, en Tlalpan, por lo que sus traslados resultaban prolongados, además de dedicarse al cuidado de sus hijos y del hogar.

Empezamos en 2008, con la idea de acercarles el trabajo a las madres de familia; recuerda que muchas comenzaron a acumular cansancio, pero sobre todo tenían remordimiento porque sentían que descuidaban a sus hijos y a las labores domésticas al pasar demasiado tiempo fuera de sus casas, y pensaban renunciar, aunque el trabajo era bueno y lo necesitaban.

Arrancamos con unas 40 cooperativas que incorporaron el concepto de mandar el trabajo a las madres de familia a sus casas, entre ellas Progreso Totoltepec, que si bien todavía produce uniformes escolares para algunas escuelas públicas y privadas, se diversificó y su principal fuente de ingresos está ahora en la confección de prendas institucionales, como las 25 mil piezas –bata y pantalón– que acaban de entregar para la Secretaría de Salud capitalina.

Ahora son 17 cooperativistas, aunque solamente una decena están en activo, y al menos cinco mujeres trabajan en sus domicilios, en áreas acondicionadas por la misma empresa, algunas hasta con cinco máquinas.

Echarse la mano, la clave del éxito

A 16 años de distancia, de las 40 empresas cooperativas que se crearon en la demarcación, solamente subsisten otras seis con las que tienen colaboración; las demás se disolvieron por diferentes motivos, diferencias dentro de las sociedades, primordialmente. Tras reflexionar, Eulalio advierte el error: formamos cooperativas pero no cooperativistas.

Progreso Totoltepec enfrentó también adversidades, como la decisión del gobierno capitalino anterior de sustituir la entrega física de los uniformes por vales electrónicos. Otro momento crítico fue el de la pandemia, periodo en el que se detuvo por dos años la producción de ropa escolar por el confinamiento, aunque lograron sobrevivir gracias al apoyo que tuvieron de la entonces jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, al encargarles la producción de cubrebocas, cuando la demanda mundial del accesorio generó desabasto y se requería con urgencia para la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

En 2022 recurrieron a un apoyo del programa de Economía Social y Solidaria de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo que les permitió abastecerse de tela y herramientas de costura.

Eulalio recuerda que como vecino originario de San Andrés Totoltepec, hijo de ejidatario, conoció a la hoy presidenta electa de México cuando desarrolló, desde el Instituto de Ingeniería de la UNAM, con algunos de sus compañeros y un grupo de ejidatarios encabezado por Maximiliano Álvarez Pantoja, el proyecto del Parque Ecoturístico El Tepozán, que surgió formalmente en 2005, y que desde entonces funciona como cooperativa, cumple su objetivo de ser una barrera entre suelo de conservación y la mancha urbana y es uno de los principales atractivos de la demarcación.

Recuerda que posteriormente, cuando llegó a la entonces delegación Tlalpan, Sheinbaum apoyó a las trabajadoras de intendencia –que laboraban para empresas mediante subcontrato (outsourcing)– a constituir sociedades cooperativas; ya como jefa de Gobierno, amplió los apoyos para constituir y fortalecer al sector por medio de la Secretaría del Trabajo local, por lo que dice estar convencido de que ahora que asumirá la Presidencia de la República, el cooperativismo tiene futuro y las empresas como Progreso Totoltepec vamos a tener más trabajo.

Eulalio, quien en su vida profesional se desempeñó en áreas administrativas de educación media superior, pero adquirió gusto por el oficio de la costura y aprendió a manejar todas las máquinas que se utilizan en el proceso de elaboración de una prenda, planea trasladar la cooperativa, que actualmente ocupa lugares que acondicionaron en su domicilio de la calle Vicente Riva Palacio, y aprovechar su potencial como una de las pocas empresas de producción textil que no maquila, así como la calidad de sus prendas para en el futuro fabricar ropa bajo su propia marca.