De un reencuentro insospechado en adelante, la publicación más reciente de Bárbara Jacobs puede leerse en clave de historia de amor o como libro de duelo, expresaron la periodista Merry MacMasters y el curador e historiador de arte, Cuauhtémoc Medina, durante la presentación de la obra en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), donde la autora compartió testimonios sobre el contenido de su obra.

Es una historia de amor que sucede en dos tiempos, porque es imposible hablar de Vicente Rojo (1932-2021) sin mencionar a Tito Monterroso (1921-2003), escritor de origen hondureño, naturalizado guatemalteco. Ambos eran muy amigos, contó MacMasters, periodista de este diario.

El título, coedición entre el Colegio Nacional y las universidades Veracruzana, de Puebla e Iberoamericana, recopila textos que Jacobs escribió para diferentes publicaciones relacionadas con Vicente Rojo.

Asimismo, narra de qué manera los matrimonios formados por Jacobs-Tito Monterroso y Rojo-Alba Cama, eran muy amigos, al grado de que si invitabas a una de ellas a comer o cenar, tenías que invitar a la otra porque, si no, nos enojábamos con los anfitriones.

La editora Alba Cama falleció en enero de 2003, mientras Monterroso murió un mes después. Cuando Jacobs enviudó, Rojo empezó a visitarla. Un día, se cuenta en el libro, “salimos a caminar, pero mi mamá me dijo: ‘se me hace que Vicente ya te ve con otros ojos’. Yo, muy tímida, le respondí: ‘crees, má?’”

Merry MacMasters relató que la obra le impactó por su honestidad y valentía; incluso, por el desenfado con el que está escrito. Me parece muy difícil hablar de uno mismo, sobre todo cuando se trata de aspectos no sólo personales, sino íntimos.

La periodista cultural no es ajena a los protagonistas de este libro, ya que, a lo largo de su trayectoria, entrevistó en diferentes ocasiones a Vicente Rojo y reporteó actividades de Tito Monterroso en la Universidad Nacional Autónoma de México.

“Me parece que Bárbara ha sido muy afortunada en el amor; muchos no lo son, sería bueno que revelara sus secretos.

Le tocaron dos hombres maravillosos, probablemente no perfectos, nadie lo es, pero a fin de cuentas, maravillosos, expresó.

Agregó que este libro se le antoja como un apunte autobiográfico que podría titularse Mis años con Vicente Rojo, en el que pueda desarrollar más sobre ¿qué opinión tenía de Vicente cuando aún formaban el cuarteto de amigos? ¿Qué tan familiarizada estaba con su obra artística? ¿Qué pensaba de esa obra? ¿Le fue fácil enamorarse de él?

El duelo como género literario

En su intervención, Cuauhtémoc Medina consideró que De un reencuentro insospechado en adelante es una publicación de duelo, “no sé bien a bien si esto es un género establecido, pero pienso en Una muerte muy dulce y Ceremonia del adiós, de Simone de Beauvoir; también en Diario de duelo, de Roland Barthes”.

Planteó que al leer a Jacobs es imposible no imaginar la dificultad que supone tomar la pluma y el papel para atravesar la experiencia de la pérdida, y la no menos complicada sensación de pensar este escribir desde el dolor, como un deber atosigado por una necesidad, por una urgencia.

Medina refirió que De un reencuentro insospechado en adelante es en gran parte una historia y un tributo de amor; un relato que se desdobla en dos. En él se relata cómo las dos parejas fueron amigas por más de tres décadas. Una amistad de cuatro que se trastocó con la muerte de Cama y Monterroso, en 2003, lo que, con elegancia y delicadeza extraordinaria, llevó a los dos viudos a unirse en una relación de amor que duró 18 años.

El texto, dijo el historiador de arte y amigo de los protagonistas, sirve para contar detalles de la personalidad de Vicente Rojo: la extraordinaria claustrofobia que desarrolló con la edad, el sentido de travesura del escultor detrás de su fachada de seriedad y su extrema gentileza y bondad.

En la velada, donde estuvieron cercanos a Jacobs y seguidores de Rojo, la autora del libro compartió algunas anécdotas sobre la vida del escultor, como aquella donde lanzó un jarrón de una mesa a otra, para hacerse presente ante un amigo.

La relación que tuve con Vicente, perdonen lo discreta, fue amor, expresó.