A unos días de participar por séptima ocasión en unos Juegos Paralímpicos, donde buscará su quinta medalla de oro en parapowerlifting, la mexicana Amalia Pérez consideró que la clave de su éxito “ha sido la persistencia. Si hubiera hecho caso a los ‘no’ que he recibido durante mi carrera, definitivamente no estaría aquí”.

La parapesista, quien ha conquistado seis preseas paralímpicas en total, dos de plata (Sídney 2000 y Atenas 2004) y cuatro doradas (Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020), recordó que en sus inicios le decían que abandonara su disciplina porque el deporte paralímpico no existía en México, y hoy, gracias a mi perseverancia y dedicación, voy a buscar un título más y a tratar de poner nuevamente en alto el nombre de nuestro país.

La paraatleta de 51 años, quien se encuentra en Suecia, donde lleva a cabo la última parte de su preparación de cara a los Juegos Paralímpicos de París 2024, participó ayer en un evento en línea organizado por la Universidad Estatal de Arizona en colaboración con la embajada de Estados Unidos en México, donde aplaudió que hoy en día exista mayor concientización respecto de las personas con alguna discapacidad.

Aunque advirtió que falta mucho por hacer, aseguró que la sociedad va por buen camino, ya que hay mayor visibilidad de las personas con discapacidad y más empatía.

No hay pretextos

Pérez, quien nació con artogriposis múltiple, padecimiento que se caracteriza por contracturas en las extremidades, en su caso en las piernas, subrayó que en décadas anteriores se desconocía cómo se podía ayudar a las personas con alguna discapacidad, pero hoy día existe mayor conocimiento tanto en el área médica como en otros ámbitos, incluido el deportivo, para que alguien que con capacidades diferentes pueda salir adelante, así que ya no hay pretextos, cualquiera puede cumplir sus sueños siempre y cuando se dedique al 100 por ciento a hacerlos realidad.

La estadunidense Allysa Seely, medallista de paratriatlón, a quien le diagnosticaron malformación de Chiari II, invaginación basilar y síndrome de Ehlers-Danlos, que afectan su cerebro, columna vertebral y tejidos conectivos, quien también acudirá a la justa, relató que su objetivo no es conseguir medallas ni romper récords, claro que lograrlo es gratificante, pero lo que busco principalmente es conocer mis propios límites, y hasta el momento no los he encontrado, pues me doy cuenta que cada día puedo ser mejor; hasta ahora, mi condición no ha significado un límite.