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Hilaridad de Silvia Lemus rompe con el protocolo
 
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de agosto de 2024, p. 2

Silvia Lemus rompió gozosamente el protocolo en la entrega del Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español al poeta y ensayista español Luis García Montero, ayer en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Estableció un diálogo informal con el galardonado e, incluso, acorde con su profesión de periodista, comenzó a entrevistarlo ante la audiencia.

–Mira, traje este libro que dejó Carlos en el buró de nuestra cama, del lado donde dormía. No leía en la cama, pero sí en un sofá de nuestra recámara, y dejó ciertos libros que tenía como una especie de catecismo para leerlos, y éste es de Fernando Pessoa, una antología. Yo quisiera preguntarte si es verdad esto que dice aquí que el poeta es un fingidor.

Después de observar con detenimiento el ejemplar de bolsillo, cuyos dobleces acusan el paso del tiempo, firmado y fechado en Salamanca en 1990, el poeta ibérico se atrevió: Me lo llevo, a lo que Silvia Lemus reviró: Te lo presto, pero después de hacer una pausa, agregó: Aunque los libros, cuando se prestan, ya no regresan, así que mejor no te lo presto. Decisión que causó la risa de la audiencia.

–¿Es tu primer viaje a este país? –interrogó al poeta.

–No, pero es mi primer viaje para recoger un premio como el Carlos Fuentes.

–¿Te quedas en México un poco más?

–Me quedo un poco más, hasta el día 30.

–¿Y tienes plan? –inquirió antes de que estallaran las risas.

–Tengo algún plan, pero se puede romper en cualquier momento.

–Eso siempre sucede, nos sucede a todos, y es una sorpresa, que no sabemos cómo va a ser. Ojalá te toque la mejor.

Como parte de la charla, García Montero contó que conoció a Fuentes e incluso lo saludó en algunas ocasiones: Lo admiro mucho, (pero) mentiría si dijese que fui su amigo; una vez pude saludarlo.

A lo que Silvia Lemus comentó: Valía la pena (ser su amigo). Era un hombre muy generoso, además de ser un gran escritor, y no lo digo como parte de su familia, fue mi marido; lo digo en serio, era un hombre que trabajaba y estaba enamorado de la literatura.

La periodista aseguró que quien lo conocía muy bien desde joven, e incluso fueron amigos, era Elena Poniatowska, quien se encontraba en la sala en su condición de ganadora de la edición anterior del Premio Fuentes y miembro del jurado de esta versión, que, al tomar la palabra de forma espontánea cuando escuchó la mención de su nombre, aseguró a viva voz que Fuentes bailaba muy mal.

–Pero el tango lo bailaba muy bien –soltó de botepronto Silvia Lemus–; porque él, a los 16 años llegó a Buenos Aires y ahí siguió el tango. ¡Quién no se emociona cuando oye esos largos suspiros del tango!, y bailarlo es algo fascinante. Me gustaba bailarlo con él.