Martes 20 de agosto de 2024, p. 19
Chicago. El reverendo Jesse Jackson apareció en el podio en la primera noche de la Convención Nacional Demócrata, una figura que transformó al partido tanto desde adentro como precandidato presidencial, como por fuera como líder popular social y fundador de la Coalición Arcoíris con su lema: mantén viva la fe
.
Sus palabras y su impresionante agilidad física fueron robadas por el Parkinson, pero es una de las pocas figuras que merecen el elogio de leyenda viva
, y como declaró el reverendo Al Sharpton en un acto de tributo a su trayectoria realizado en paralelo a la convención: cada vez que un afroestadunidense habla de democracia, Jesse está hablando; cada vez que nosotros marchamos, Jesse está caminando
.
Jackson, señalaron Sharpton y varios veteranos legisladores, entre ellos Barbara Lee –famosa por ser la única en la cámara baja en votar en contra de la guerra contra Irak–, como su colega Maxine Waters, y el diputado Ro Khanna –nieto de uno de los asesores de Mahatma Gan-dhi–, entre otros, en el acto realizado en la antigua sede de la Coalición Arcoíris, fue quien cambió las reglas del Partido Demócrata junto con sus campañas electorales en 1984 y en 1988, el antecedente que hizo posible la llegada de Barack Obama a la presidencia y que hace posible la candidatura presidencial hoy día de Kamala Harris como primera mujer negra hija de inmigrantes hindúes y jamaiquinos.
Jackson se atrevió a sacudir al partido desde afuera, al tejer y promover coaliciones entre blancos, negros, latinos y asiáticos, que, continuando el legado de su mentor, Martin Luther King, colocó al centro de su movimiento el tema de justicia económica. “Jackson se comprometió con trabajadores blancos, negros y morenos… con los derechos laborales, y siempre acompañó las luchas del movimiento sindical”, recordó el ex presidente del sindicato nacional de trabajadores de comunicación CWA Larry Cohen.
Pero también sacudió al partido al insistir en la demanda contra las guerras. La guerra corroe la democracia
, afirmaba Jackson, recordó la directora de la revista The Nation, Katrina vanden Heuvel. Jackson, añadió, combinó “la lucha contra la opresión racial en casa y contra las políticas imperiales en el extranjero… Es un hombre de paz y un ciudadano del mundo”.
Jackson, recordaron varios, se dedicó a la lucha antinuclear, a la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, luchó por el fin de las guerras sucias apoyadas por Estados Unidos en Centroamérica, así como por el reconocimiento de Palestina y la paz en Medio Oriente; de hecho, fue el primer precandidato presidencial en abordar el tema de los derechos de los palestinos.
James Zogby, el palestino-estadunidense líder del Instituto Árabe Estadunidense, señaló que mientras varias coaliciones progresistas en Estados Unidos rehusaban incluir a los palestinos, Jackson siempre apoyó su lucha. En la Convención Nacional Demócrata de 1984, Zogby, cuyos padres llegaron a este país sin documentos, fue seleccionado para nominar formalmente a Jackson a ser candidato presidencial. El hijo de un inmigrante irregular nominó al bisnieto de esclavos para ser candidato presidencial
, recordó Zogby en el tributo.
Como muchos señalaron, Jackson también fue uno de los primeros líderes nacionales que lucharon por el comercio justo y contra las políticas neoliberales, y a favor de lo que llamaba la economía colectiva
.
La diputada federal afroestadunidense Maxine Waters comentó: si me levanto y grito:en resistencia, es porque Jesse me enseñó cómo hacerlo
. Todos recordaron cómo Jackson acompañaba huelgas y otras luchas sociales multirraciales, tanto aquí como a nivel internacional, siempre buscando tejer alianzas e insistir en la continuación de las luchas de sus antecesores.
Él está presente en casi todas las pugnas de las corrientes progresistas dentro del Partido Demócrata, reconoció el ex precandidato presidencial y senador socialista democrático Bernie Sanders. La contribución de Jesse a la historia moderna no es sólo que nos juntó, sino que nos juntó en torno a una agenda progresista
, dijo.
Por cierto, hace casi 40 años, fue publicada una entrevista a Jackson en el primer número de La Jornada.