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Pacho Flores atribuye su éxito en la trompeta a mi arraigo en lo latino
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▲ El músico venezolano actuó hace unos días con la Orquesta Sinfónica de Minería.Foto cortesía de la agrupación
 
Periódico La Jornada
Martes 20 de agosto de 2024, p. 3

El venezolano Pacho Flores, considerado hoy día el mejor trompetista del mundo, no tuvo empacho en definirse como músico egoísta, e, incluso, atribuir su éxito a tal condición, lo mismo que a su arraigo de lo latino.

Explicó que si bien su formación es en el ámbito clásico, con los estándares europeos más eruditos y refinados, ante todo es originario de América Latina y, como tal, ha crecido con la música popular, por lo que uno de sus principales empeños ha sido que se conozca más de esta región del orbe y de su cultura.

Entonces, soy egoísta, y eso (ser latino y haber crecido con la música popular) es algo que tengo que transmitir, tengo que llevarlo a todos lados, porque creo que América Latina todavía tiene que ser conocida más por el planeta entero, afirmó en entrevista con La Jornada.

Para poner un ejemplo, no puede ser que se piense que la comida mexicana son sólo tacos. No es así; hay más cosas muy exportables que el mundo debe conocer, y eso es lo que me pasa con la música. Al final, ésta es un reflejo de la cultura, de lo que vivimos todos los días.

El también compositor, nacido en San Cristóbal en 1981, formado en el reconocido Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, estuvo hace unos días en México, donde actuó de solista con la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM), de la que se ha hecho invitado habitual.

Como parte del sexto programa de la Temporada de Verano 2024, interpretó el Concerto venezolano, del cubano Paquito D’Rivera, obra por la que obtuvo un Grammy Latino el año pasado y que forma parte de su disco Estirpe.

El álbum fue grabado en 2019 para el sello Deutsche Grammophon, al lado de la OSM, dirigida por Carlos Miguel Prieto, con lo que se convirtió en la primera sinfónica mexicana en figurar en el catálogo de esa prestigiosa casa discográfica alemana.

Hacer crecer el instrumento, su meta

Este material forma parte del proyecto de Pacho Flores –una cruzada, define él– de impulsar la creación de nuevo repertorio para la trompeta y promoverlo. En particular, se ha centrado en el ámbito iberoamericano, con la comisión de obras a autores de América Latina y España. A la fecha, cuenta en su catálogo con 24 piezas –tres de las cuales son de su autoría–, cifra en continuo crecimiento, apunta.

Lo bonito de esta historia es que no sólo yo las estoy comisionando, lo cual implica un gran esfuerzo de unir no una, sino varias orquestas, con el fin de que se pague al compositor; al final, es un trabajo de medio año. En este momento, tengo la propuesta de un montón de compositores de todo el mundo, sobre todo jóvenes, que quieren dedicarme obras sólo con el fin de experimentar con el instrumento y, si son relevantes, incorporarlas a la programación, señala el intérprete, quien desde hace 12 años reside en España.

Es muy bonito, porque puede ser que una persona que yo no conozca me esté dando el mejor concierto de mi vida, y eso es importante también tenerlo en cuenta. Entonces, los compositores y yo podemos ayudarnos mutuamente. O sea, la gente está creyendo mucho en esto y en el proyecto.

Aunque reconoce con gran entusiasmo el auge que ha alcanzado la trompeta como instrumento solista en las salas de concierto en décadas recientes, sobre todo en el último cuarto de siglo, Pacho Flores considera que aún es un proyecto en estado embrionario.

Todavía somos un embrión del que ya es posible degustar. Hay que continuar trabajando duro, investigando y buscando cómo hacer crecer este instrumento, todas las técnicas y las tecnologías, para que la mayor cantidad de gente sea capaz de volcarse no sólo a tocarlo, sino a componer para él, sostiene.

Es muy grato ver cómo la trompeta empieza a retumbar en los oídos de los programadores de las orquestas y comienzan a considerarla parte regular de un abono de una sinfónica, y no sólo el violín, el piano, el chelo, sino que poquito a poquito se va incorporando.

Aclara, sin embargo, que su afán no es lograr la consolidación de ese instrumento: “Honestamente lo digo, así como tampoco pretendo ganar un Grammy, porque, si se tratara de eso, iría por el camino equivocado.

“Tengo que pretender y ser ambicioso, dejar el mejor producto posible y, si eso es aceptado y tiene éxito, es porque el público y los entendidos llegan a la conclusión de que este trabajo merece estar en un relieve distinto, más alto.

Es mi forma de pensar. Trabajo por la calidad y la excelencia. La trompeta y las obras para ésta van a ganar su espacio por sí solas siguiendo este camino. Hay que tener constancia; eso es lo más importante.