La Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) reconoció los 10 años de lucha de los afectados por el derrame tóxico de la mina Buenavista del Cobre, subsidiaria de Grupo México, en el río Sonora.

De igual manera, alentó al Estado mexicano y al conglomerado de Germán Larrea a dar cumplimiento a las recomendaciones que emitió desde 2016 el Grupo de Trabajo del organismo sobre empresas y derechos humanos.

Recordó que en su momento este grupo de cinco expertos independientes alertó sobre las consecuencias de la contaminación industrial.

En el informe que realizó tras una visita en México, destacó que el caso del río Sonora fue el mayor desastre ambiental en la historia de la industria minera del país.

Indicó que el 6 de agosto de 2014, Buenavista del Cobre vertió 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre y metales pesados en un arroyo que desembocaba en el río Sonora.

Este desastre ambiental afectó de manera directa a aproximadamente 22 mil personas, con consecuencias también en el ganado y los cultivos, y en forma indirecta a unos 250 mil habitantes de siete municipios: Arizpe, Banamachi, Huepac, Aconchi, San Felipe, Baviácora y Ures.

Detectaron 55 anomalías de la empresa minera

En el documento, el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas refirió que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente detectaron en esos años 55 irregularidades en las actividades de la empresa minera, a la que se impuso una multa de 23 millones de pesos.

Señaló que a pesar de los compromisos del conglomerado de Larrea, tenía pendiente el cumplimiento de sus obligaciones en términos de la construcción de plantas de tratamiento de agua, así como la atención a la salud.

Destacó que había mucho margen de mejora en materia de diálogo, comunicación y transparencia, y animó a la empresa a que tuviera más en cuenta las opiniones críticas.