París. Mijaín López prometió que lograría un quinto oro olímpico y cumplió: el mito cubano de la lucha grecorromana se convirtió ayer en el primer deportista en lograr cinco títulos de la misma prueba individual en cinco Juegos Olímpicos consecutivos desde Pekín 2008.

A pocos días de cumplir 42 años, López derrotó 6-0 a su compatriota nacionalizado chileno Yasmani Acosta, en la final de los 130 kilogramos y con ello consumó una hazaña que ni los grandes mitos del olimpismo como Carl Lewis (salto largo), Alfred Oerter (disco), Paul Elvstrom (vela), Kaori Icho (lucha), Michael Phelps y Katie Ledecky (natación) lograron, al quedarse sólo con cuatro doradas.

El gladiador de la isla ganó el quinto de sus metales en una Arena Campo de Marte repleta con 7 mil personas, entre ellas el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, quien alentó por igual al Gigante de Herradura al grito de López, López.

Pese a no haber competido des-de su título en Tokio 2020 para conservar su maltrecho físico, López impuso su experiencia y no dejó opción a Acosta, viejo conocido que migró a Chile con el objetivo de salir de la sombra de su mentor. Imbatido desde Pekín 2008, el cubano depositó sus zapatillas sobre la lona, gesto que simboliza la retirada de un luchador.

La misión está cumplida, dijo al poner fin a su legendaria carrera, en la que hizo su debut olímpico en Atenas 2004, con un quinto puesto. Después encadenó cinco coronas seguidas en la misma prueba, una más que el récord que hasta ahora compartía con mitos como Phelps y Lewis, el llamado Hijo del viento.

Para lograr todos estos resultados uno tiene que amar su deporte, amar su profesionalidad y demostrarle al mundo que con poco se logran muchas cosas grandes, subrayó el gladiador surgido de la humilde Herradura, pequeño poblado rodeado de montes, casas precarias y calles polvorientas. Ahora dejo el camino olímpico a los jóvenes. Futuros hay muchos, pero esto se trata de mucha dedicación.

Los éxitos de López también representan un bálsamo de ilusión para el deporte de la isla, que hasta ahora no había logrado ningún oro en París. Los resultados de esta antigua potencia olímpica están en declive, impactados por la situación económica y la marcha de muchas de sus figuras.

A diferencia de campeones olímpicos como los boxeadores Andy Cruz o Guillermo Rigondeaux, López permaneció en su país y siempre defendió el legado deportivo de la revolución cubana. Si en 2021 le dedicó su cuarto oro en Tokio al fallecido Fidel Castro, ayer fue felicitado por el actual presiden-te cubano, Miguel Díaz-Canel.

La sinceridad y la humildad importan mucho en la vida para lograr resultados, recalcó el atleta, quien ahora espera seguir vinculado al deporte, formar a más luchadores y trabajar con los jóvenes. Lo prometido es deuda. Tengo que agradecer este resultado y dedicárselo a nuestro comandante en jefe, Fidel Castro. Si hoy nosotros somos merecedores de esta medalla es gracias a él.

Con un asombroso balance de 22 victorias y una derrota, López fundó en París su propio lugar en el Olimpo.