México debe reducir paulatinamente la importación de productos chinos para contribuir a que la región de América del Norte avance hacia la autosuficiencia y produzca la mayor parte de lo que consume, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador. Puede reducirse, para no hablar de quitarse por completo, porque eso no sería viable, ni a mediano plazo. Debemos tener siempre un mundo abierto en lo comercial, no cerrar nuestras economías.

El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, explicó las proyecciones de avanzar en la reducción de la dependencia de América del Norte de la economía china: si se produce en la región sólo 10 por ciento de lo que se importa de China, el impacto al derramarse esa demanda causaría que el producto interno bruto de México aumentara en 1.4 puntos de su tendencia reciente; en Estados Unidos aumentaría 0.8 puntos y en Canadá 0.2 puntos porcentuales. Muy fuerte impacto para los tres países.

En términos de empleo, aseguró que en México traería una generación de 560 mil puestos de trabajo; en Estados Unidos de 600 mil, y en Canadá, 150 mil.

López Obrador mencionó que estas proyecciones se le presentaron al gobierno estadunidense, para buscar una mayor integración económica, reducir la dependencia de China y producir en la región lo que se consume.

“Este es el Plan México, nada más que luego lo ‘piratearon’ y le empezaron a llamar nearshoring”, ironizó.