Bogotá. A un par de días de que se conozcan los resultados de las elecciones de este domingo en Venezuela, Colombia dirige su mirada hacia el vecino país, cuyo destino político tendrá, opinan analistas locales, amplias repercusiones en la vida colombiana.

Aunque no es la primera vez que el país entra en vilo ante la inminencia de una jornada electoral en Venezuela, en esta ocasión hay grandes apuestas en juego, como el posible regreso de las fuerzas de la derecha al poder, lo cual genera un clima de alta tensión si tenemos en cuenta que Colombia está viviendo el primer experimento de un gobierno de izquierda en su historia, comenta a La Jornada el politólogo y profesor universitario Jaime Rueda.

Voceros de partidos tradicionales se han aventurado a decir que los comicios en el vecino país serán una especie de ensayo general del proceso presidenciales colombianos, en 2026, cuando el país decidirá si continúa por los caminos del cambio y las reformas sociales, o si regresa al proyecto neoliberal que ha gobernado en las recientes décadas. Ante los ojos del ciudadano común, está clara la empatía entre los líderes de los partidos tradicionales de ambos países, así como la cercanía ideológica y personal entre el presidente Gustavo Petro y Nicolás Maduro.

Más allá de su impacto en la política colombiana, muchos sectores fijan su mirada en el resultado electoral de este domingo: 2.8 millones de migrantes venezolanos que siguen minuto a minuto el proceso electoral.

Reunidos en parques o a la orilla de las principales avenidas de la ciudad, centenares de jóvenes, que trabajan llevando entregas a domicilios se enfrascan en apasionadas discusiones sobre lo que serán sus vidas a partir del lunes. La mayoría se ve regresando a su país, pero no son pocos quienes los tachan de ingenuos: Aquí somos 3 millones y sólo podrán votar 11 mil, con eso te digo todo, chamo, comenta desde el sillín de su bicicleta un joven curtido en el escepticismo.

Empresarios, comerciantes e inversionistas tampoco se despegan de las noticias comiciales. Tras un largo receso de más de cuatro años, en el que se detuvo por completo la economía binacional, pues el presidente Iván Duque (2018-2022) se dedicó a tumbar a Maduro, el comercio bilateral experimentó en 2023 un modesto incremento de 6 por ciento, con transacciones que superaron 673 millones de dólares. Despejado el panorama poselectoral, los empresarios colombianos aspiran a que, en el mediano plazo, Venezuela vuelva a ser, como fue durante décadas, el segundo socio comercial del país.

Tres guerrillas con amplia presencia histórica a lo largo de los 2 mil 219 kilómetros de frontera tendrán también fija su atención a el resultado electoral del domingo. Además de aprovechar la porosidad de la franja limítrofe, los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional, dos disidencias de las ex Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, cuentan con Venezuela como país garante en los diálogos de paz que sostienen con el gobierno, lo cual podría cambiar dependiendo de los resultados en las urnas.