Miércoles 24 de julio de 2024, p. 5
Santiago. El libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada, del poeta y premio Nobel de Literatura 1971, Pablo Neruda, es considerado la obra chilena más leída en la historia y este año celebra su centenario desde la primera versión, con ediciones en decenas de idiomas, incluido el chino.
Neruda (1904-1973) visitó China en tres ocasiones durante su vida, nación de la que conoció sus hitos y estampó su estela artística, además de estrechar amistades con los poetas Ai Qing y Xiao San (Emi Siao).
Que despierte el leñador, de Neruda, fue el primer libro latinoamericano traducido al chino, en 1950, según ha señalado el profesor de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing, Sun Xintang.
A 120 años del natalicio del vate del país sudamericano, su legado aún se mantiene vigoroso en la nación asiática, donde de manera reciente se reditó una versión ilustrada de Veinte poemas de amor y una canción desesperada.
“Se cumplen 100 años de Veinte poemas, que fue el segundo libro de Neruda. Apareció cuando él tenía 19 años y ha permanecido hasta hoy vigente. Se han publicado miles de millones de ejemplares. Tiene miles de lectores”, afirmó a Xinhua el director ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, Fernando Sáez.
Sáez señaló que cuando lo escribió Neruda representó al “amor adolescente, juvenil, un amor con toda la pasión, la inocencia y también el drama de la pérdida. Están todos esos temas en el libro, con erotismo, evidentemente.
El primer amor, el amor más inocente en ciertos términos, ingenuos o de entrega completa que se produce a los 15, 14 (años)
, dijo el entrevistado.
Los ingredientes de esos primeros amores, ya sea con lo que significa la pérdida de ese amor o con la mirada de esta ensoñación, no se repiten después en la vida, es muy raro. Quiere decir que todavía el ser humano sigue sintiendo lo mismo, lo que es muy bonito
, reflexionó.
Sáez destacó el ejemplar en chino realizado por la editorial Thinkingdom, que se suma a las otras versiones que hay en el idioma que año con año se van renovando
.
Por su parte, el escritor y experto en la obra de Neruda, Darío Oses, indicó a Xinhua que la atención de Neruda sobre China comienza antes de su primera visita al país asiático, en 1927.
La guerra de liberación china es una cosa que debió haber impresionado a este poeta, que era muy prosocialista. Además, fue de la generación de los que celebraron el aplastamiento del nazismo que también tenía una versión imperialista japonesa
, dijo el también director de Biblioteca de la Fundación Neruda.
Las uvas y el viento
Oses detalló que la primera visita de Neruda a China quedó retratada en su poemario Las uvas y el viento, de 1954, en que versó De mar a mar, de tierra a nieve / todos los hombres te contemplan, China / qué poderosa hermana joven nos ha nacido!
Ahí cuenta este viaje que hace al pueblo chino. Le impresiona cómo progresa China con el colectivismo, la incorporación del pueblo a la empresa revolucionaria
, profundizó.
Para Oses, los poemas sobre China en Las uvas y el viento, que considera a la epopeya china
, es una versión más universal del Canto general
, el gran poema americano del escritor chileno.
Neruda, y yo creo que hasta el final, era universalista. Al hablar de los pueblos no separaba al chileno, que sufría en los socavones de las minas de carbón, con otros sojuzgados por el imperialismo occidental
, comentó.
El intelectual chileno remarcó que finalmente Neruda era un poeta de la humanidad
, por lo que en Las uvas y el viento concluye: yo busqué entre las uvas y el viento lo mejor del hombre
, donde está el pueblo chino incluido.
Oses recordó que en otra visita al país asiático, el poeta chileno recorrió el río Yangtsé junto con el escritor y político brasileño Jorge Amado; su esposa, la fotógrafa Zeila Gatta, y Ai Qing, con quien se comunicaba en francés.
Tenía una muy certera capacidad de observación. A pesar de la distancia idiomática, convivió con el pueblo chino, además de los amigos que hizo
, complementó.
En la actualidad, la Fundación Neruda conserva en chino otros libros que incluyen obras del artista chileno, José Venturelli, también fundamental en los lazos de Chile con el país asiático.
Tanto Venturelli como Neruda fueron artífices del Instituto Chileno Chino de Cultura, fundado en 1952, la primera entidad en América Latina que apostaba por construir una relación con el lejano país y, desde los acercamientos culturales y políticos, dar cuenta de lo que era ese proceso de cambios que allá se vivía tras el triunfo revolucionario encabezado por Mao Tse Tung.