París. El ministro francés del Interior, Gerald Darmanin, afirmó que no existe ninguna amenaza de seguridad a menos de una semana para el comienzo de los Juegos Olímpicos de París.

El riesgo de terrorismo en los Juegos preocupa a los expertos en seguridad desde hace meses, dada la historia reciente de Francia y el plan de celebrar el viernes la ceremonia de apertura a orillas del Sena con grandes multitudes.

Sin embargo, Darmanin restó importancia a los temores que se han especulado sobre la justa veraniega, en una entrevista concedida al diario Le Journal du Dimanche. Por lo que sabemos, no existe ninguna amenaza concreta contra la seguridad de los Juegos Olímpicos, declaró, y añadió que los servicios de inteligencia no han identificado ningún peligro.

Rechazan 4 mil acreditaciones

Los cuerpos de seguridad franceses informaron que rechazaron más de 4 mil solicitudes de acreditación a la justa, entre otros motivos, por sospechas de espionaje y ciberataques, algunas de ellas por tener conexiones islamitas radicales o sospechas de ser espías.

Darmanin añadió que entre las solicitudes de ingreso rechazadas había quienes se ostentaban como periodistas o técnicos y que sus países de origen eran Rusia y Bielorrusia, entre otros que no nombró.

La visión de Tony Estranguet, presidente del comité organizador, parece menos descabellada con los escuadrones de policía patrullando las calles de París, los jets de combate y soldados preparados para actuar y la imponente barrera de seguridad que colocaron como una cortina de hierro en ambos lados del río Sena.

La magna operación policiaca y militar se debe a que los juegos que se llevarán a cabo entre el 26 de julio y 11 de agosto presentan un reto de seguridad sin precedente. La ciudad ha sido objeto de varios ataques extremistas y las tensiones internacionales son altas debido a las guerras tanto en Ucrania como en Gaza.

Emplean IA

Los organizadores, no obstante, están ocupados en prevenir posibles ciberataques, mientras los defensores de los derechos y críticos de los Juegos están preocupados por la tecnología con inteligencia artificial de vigilancia y el tamaño de la operación de seguridad.

Una fuerza de 45 mil policías y gendarmes es apoyada por un contingente de 10 mil soldados que establecieron el campamento militar, en París, más grande desde la Segunda Guerra Mundial.

Jets de combate Rafale, vuelos de vigilancia que supervisan el espacio, drones patrulla, helicópteros con francotiradores y equipo para desactivar aviones no tripulados patrullarán los cielos de París. Durante la ceremonia de inauguración se impondrá una zona de exclusión aérea de 150 kilómetros alrededor de la capital. Cámaras con inteligencia artificial podrán señalar cualquier posible riesgo.