París. A pesar del revés en las recientes elecciones legislativas francesas, el bloque del presidente Emmanuel Macron mantuvo ayer el control de seis de las ocho comisiones de la Asamblea Nacional, incluyendo la presidencia de la cámara, puesto en el que repite la macronista Yael Braun-Pivet, gracias a una alianza con el partido de derecha conservadora Los Republicanos (LR).

El bloque que aglutina a los partidos de izquierda, Nuevo Frente Popular (NFP), logró 12 de los 22 puestos, entre ellos dos vicepresidencias. La alianza de Macron supera ligeramente a la izquierda en número de diputados –213 frente a 193– aunque lejos de la mayoría absoluta de 289.

En tanto, el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (AN), liderado por Marine Le Pen, lamentó no haber conseguido la presidencia de ninguna comisión de la Asamblea Nacional, a pesar de tener 143 escaños.

Le Pen criticó de maniobra vergonzosa el acuerdo entre los macronistas y el partido de Laurent Wauquiez –que obtuvo 47 diputados en la elección– para conceder a este último la representación a la que la AN tenía legítimamente derecho, reprochó.

El AN es el partido con el mayor grupo parlamentario, pero se ha quedado fuera de todos los puestos de importancia en la Asamblea General. De pacto de corrupción definió la situación el diputado del AN Jean Philippe Tanguy.

Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), calificó la votación de golpe de Estado de una camarilla dispuesta a todo para conservar todos los poderes. Todo el sistema democrático está en entredicho, escribió en la red social X.

En tanto, Macron sigue sin designar un candidato a primer ministro, y la izquierda no ha podido consensuar para elegir a su abanderado debido a las diferencias entre sus dos principales miembros: el Partido Socialista y La Francia Insumisa.