Massachusetts. La vicepresidenta estadunidense, Kamala Harris, presionó ayer a favor de la relección del presidente Joe Biden en un acto de recaudación de fondos en Massachusetts, pese a la continua presión de sus compañeros demócratas y grandes donantes que buscan poner fin a su golpeada campaña.

Vamos a ganar estas elecciones, indicó Harris, aunque no será fácil, pero somos un grupo de personas que comprendemos que lo que vale la pena requiere mucho trabajo.

Si bien aludió al revuelo que envolvió la candidatura de Biden desde su pobre desempeño en el debate del mes pasado, la vicepresidenta no se refirió a las peticiones de que el mandatario abandone la candidatura de 2024.

El evento para patrocinadores atrajo al menos a mil personas y recaudó más de 2 millones de dólares, según su anfitrión, el organizador de bodas de famosos Bryan Rafanelli; al encuentro asistieron celebridades como la actriz Jennifer Coolidge, Billy Porter y Darren Criss, por mencionar algunas.

Ayer en Provincetown, Harris denunció el extremismo y la intolerancia que, según ella, marcan la visión de Donald Trump para Estados Unidos.

Los supremacistas blancos han aparecido en los festivales del orgullo portando con armas de asalto... Vemos a los extremistas avivar las llamas del odio y la homofobia para obtener beneficios políticos, mencionó la vicepresidenta.

Harris es también, según una corriente demócrata, la posible sucesora de Biden en la candidatura presidencial.

La influyente senadora Elizabeth Warren manifestó a la cadena MSNBC que le da mucha esperanza que si Biden decide dar un paso atrás, tengamos a la vicepresidenta Kamala Harris, que está lista para dar un paso al frente, unir al partido, enfrentarse a Donald Trump y ganar en noviembre.

Algunos correligionarios de Biden, sin embargo, temen que un cambio de candidato tan tardío pueda desencadenar el caos y condenar al partido al fracaso en las urnas.

Según el diario The Washington Post, Biden perdió incluso el apoyo de Barack Obama, de quien fue vicepresidente y quien también cree que debería considerar seriamente la viabilidad de su candidatura, según allegados al ex presidente (2009-2017).

Maremoto monumental

Mientras tanto, la fórmula Trump-Vance retomó ayer su campaña para las elecciones de noviembre en Michigan, en un evento celebrado justamente una semana después del atentado en el que el ex presidente resultó lesionado.

La semana pasada recibí un balazo por la democracia, arengó el mandatario en medio de la ovación de unos 12 mil espectadores en Grand Rapids, Michigan, un estado fundamental que ganó en 2016 pero que Biden le arrebató en 2020.

No soy en absoluto extremista, insistió Trump para descartar sus supuestos vínculos con el Proyecto 2025, un manifiesto radical liderado por figuras cercanas a él que es descrito por sus opositores como una lista de deseos autoritarios y derechistas.

Antes habló su compañero de fórmula, el senador J.D. Vance, originario del vecino estado de Ohio, quien enfiló baterías contra la vicepresidenta Kamala Harris, como posible candidata: Serví en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos y comencé un negocio. ¿Qué has hecho además de cobrar un cheque?, dijo indirectamente a la ex senadora de California.

Trump prometió un maremoto monumental a favor de los republicanos en los comicios de noviembre, además se burló de los demócratas que no saben quién es su candidato, y aseguró que Biden posee un coeficiente intelectual de 50, 60 o 70.