De Iztapalapa para el mundo, como el grupo Los Ángeles Azules, Omar Arias ha dedicado 26 de sus 43 años a la práctica del arte urbano. Mejor conocido por su sobrenombre, Alter Os, su formación fue empírica e incursionó en esa expresión cuando aún era clandestina y delictiva, según cuenta.

En la actualidad, es uno de los artistas mexicanos más populares y reconocidos en esa disciplina, no sólo a escala nacional, sino más allá de nuestras fronteras, con obras en espacios públicos, galerías y museos de Europa y Sudamérica, así como de México, además de que su trabajo es requerido con fines publicitarios por grandes firmas internacionales, como Gucci, Adidas y Nike.

“Este movimiento me atrajo en 1998, cuando aún era muy mal visto hacer pintas o grafitis, y pues me inicié como todos en aquel momento, de forma ilegal. Siempre tuve el gusto por dibujar y hacer cosas que muy pocos hacían en aquellos tiempos.

“Me caracterizaba porque se me facilita hacer rostros y letras en tercera dimensión (…) Hoy me siento muy afortunado, porque lo que era un gusto y un pasatiempo se ha convertido en la forma de ganarme la vida.”

Alter Os es parte desde hace tres años del grupo de 40 artistas que colabora en el Programa de Murales de la Secretaría de Obras y Servicios (SOS) de la Ciudad de México, iniciativa en la que se declara muy orgulloso de participar, no sólo porque le ha permitido embellecer la ciudad y pintar lugares antes para él inimaginables, como estaciones del Metro o bajopuentes.

También, explica, por el fuerte impacto social del arte urbano, el cual, dice, le ha facilitado el acercamiento con la población para hacerle la vida más amable, además de contribuir de alguna forma con su concientización o sensibilización hacia ciertos temas.

Muchas veces, la gente viene por la calle, va o regresa de sus trabajos cansada, estresada, enrollada con un mundo de problemas en su cabeza, y de repente se topa con algunos de estos murales, y el golpe de color le provoca un cambio; así sea por unos segundos, le hace ver la vida de manera distinta, sostiene.

▲ Alter Os dice en entrevista que el golpe de color de las paredes que interviene puede provocar un cambio en los transeúntes.Foto Yazmín Ortega

Son instantes en los que cambia la perspectiva del día. Los espacios públicos se transforman en galerías de arte o museos donde el espectador se adentra de forma inconsciente y tiene contacto con otras situaciones o realidades.

Son tantos los murales que este artista urbano ha hecho como parte de dicho programa, que ya perdió la cuenta, acepta. Sin embargo, ostenta especial aprecio por sus tres obras más recientes, las cuales forman parte de las 35 ubicadas en Periférico Norte, con las que el gobierno de la ciudad reconoce y alienta a los atletas que representarán a México en las Olimpiadas de París 2024. Afirma que se identifica con ellas, y sus temáticas representan lo que ha sido su vida.

La primera de esas pinturas monumentales, con 60 metros de largo por seis de alto, está ubicada frente al Comité Olímpico Mexicano; en ella representa a la gimnasta Alexa Moreno, a quien el artista admira por su capacidad de sobreponerse a las críticas por su complexión física y haberse convertido en campeona mundial. Mucha gente no creía en ella, pero tuvo la necedad y la disciplina para lograr sus sueños, como sucedió conmigo, con el grafiti, señala.

La segunda pieza, de 30 metros de largo por seis de ancho, la dedica a las maratonistas Citlali Moscote y Margarita Hernández, así como al lanzador de bala Uziel Muñoz, ya que se identifica con ellos por su tenacidad, fuerza, resistencia y determinación. En la última, la más pequeña, con 20 metros de largo por seis de alto, plasma a la taekwondista Daniela Souza, a quien admira por su destreza, además de ser el mismo deporte que practican sus dos hijos.