Sábado 20 de julio de 2024, p. 28
Vecinos de la colonia Atlamaya, en la alcaldía Álvaro Obregón, relataron que la noche del jueves el agua alcanzó 5 metros de altura, tras reventar la tapa del respiradero del colector que recibe los escurrimientos del poniente, como el de la presa La Mina.
La precipitación dañó 15 casas sobre la calle Río San Ángel y una docena de autos, cinco fueron pérdida total, señaló Beatriz Ojeda, presidenta de la asociación de colonos. Recordó que en agosto del año pasado la colonia sufrió lo mismo, pero el agua alcanzó 6 metros, 19 casas fueron afectadas, así como una veintena de vehículos.
Paulina Sweeney perdió documentos oficiales y personales como pasaporte, título profesional, identificaciones y fotografías. Contó cuando el agua empezó a filtrase a la cochera estuvo vigilando desde el segundo piso, cuando el líquido entró decidió bajar y ya le llegaba a media pantorrilla, agarró su computadora, la cámara y los subió; al bajar de nuevo, en no más de un minuto, el agua entró como una ola, rompió el vidrio de la puerta y no hubo manera de salvar más cosas
, y señaló en el muro la marca de metro y medio que quedó.
La calle se llama así porque debajo corre el río entubado y forma una hondonada metros antes de conectarse al Periférico. Justo allí se instaló una caseta en dos niveles con una reja, la misma donde un automóvil quedó atorado por el nivel del agua, de cinco metros, cuya marca quedó marcada en el cristal del segundo nivel de la caseta.
En ambos lados no hay viviendas, en uno está el muro de un edifico de siete niveles del Poder Judicial de la Federación y al otro una torre habitacional de 42 pisos.
De la hondonada hacia arriba, la cochera de la primera casa fue la más afectada, con pérdidas materiales, y hasta 100 metros adelante, en las casas el agua dejó lodo, como en el empedrado de la calle, y desde temprano personal del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) y de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil entró a retirar –con basura, muebles y enseres dañados– usando camiones de carga, pipas que llevaban agua reciclada y unidades para el lavado a presión.
María Eugenia Álvarez comentó que después del incidente del año pasado, funcionarios del Sacmex me juraron que no iba a volver a pasar y pasó, preferiría que nos dijeran que no lo pueden resolver, resuélvanlo ustedes, a que nos digan ya se solucionó y otra vez ocurra
.