Para Rafael Tovar y de Teresa (1954-2016), “la cultura no era sólo un sistema coherente de símbolos y significados para explicar el mundo, sino la esfera de actividad práctica gracias a la cual se puede influir y modificar la realidad.

Para él, la cultura fortalecía la comunidad, el sentido de pertenencia, el orgullo de ser mexicanos, afirmó su hijo Rafael Tovar y López-Portillo en el homenaje póstumo que le rindió el Centro Nacional de las Artes (Cenart), institución de la que fue el principal impulsor como presidente del Conaculta, hoy Secretaría de Cultura (SC) de México.

El homenaje se efectuó la noche del sábado, dentro de las celebraciones del trigésimo aniversario de ese complejo cultural, artístico y educativo, y consistió en un concierto de la Orquesta Escuela Carlos Chávez en el auditorio Blas Galindo, que registró lleno absoluto, entre familiares, amigos y ex colaboradores del diplomático, abogado, escritor e historiador, así como público en general.

Antes del programa musical, titulado In memoriam y en el que se interpretaron el Concierto para dos pianos de Francis Poulenc y la cantata Sueños, de Arturo Márquez, se realizó una breve ceremonia en la que Rafael Tovar y de Teresa –quien el pasado 6 de abril habría cumplido 70 años– fue recordado con gratitud, admiración y cariño, tanto por su calidad humana como por su legado como servidor público y primer secretario de Cultura del país.

Según Tovar y López Portillo, el Cenart fue la institución de la que más orgulloso se sintió su padre, si bien asumió que la misión de su vida fue haber consolidado la Secretaría de Cultura de México. Para él, aseguró, siempre fue muy importante consolidar e institucionalizar las ideas, al considerar que, de no ser así, corren el riesgo de diluirse ante la mediocridad y la cortedad de miras, ante la ambición y la ignorancia.

Expresó su agradecimiento, no sólo como hijo, sino como mexicano, por su capacidad de forjar instituciones que, pese a todo y pese a muchos, hoy todavía existen, funcionan y rinden frutos. Ahí están el Centro de la Imagen, el Canal 22, el Sistema Nacional de Fomento Musical, el Programa de Apoyo a la Infraestructura de los Estados, el Fideicomiso para el Museo de Arte Popular, el Programa Nacional de Desarrollo Cultural Infantil Alas y Raíces, la Agenda Digital de Cultura, el Programa Cultural para la Armonía, el Cenart, y, por supuesto, la Secretaría de Cultura.

Aunque no asistió, la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, envió un mensaje en el que definió a Tovar y de Teresa como figura imprescindible en el panorama cultural y político de México. Afirmó que su vida y obra trascienden las décadas, dejando un legado imborrable en el ámbito cultural y patrimonial de la nación.

Su gestión como primer secretario de Cultura de México fue un hito fundamental en la historia y las políticas culturales del país. Durante su mandato, trabajó incansablemente por fortalecer las instituciones, promover la diversidad cultural y salvaguardar nuestro invaluable patrimonio cultural, dijo.

Pero más allá de esos logros institucionales, Rafael Tovar y de Teresa siempre será recordado por su calidad humana.

También tomaron la palabra el director del Cenart, Antonio Zúñiga, y Roberto Rentería, coordinador del Sistema Nacional de Fomento Musical, además del director Eduardo García Barrios, quien estuvo al frente de la orquesta Carlos Chávez.