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Promoverán la isla de Macapule como área arqueológica protegida

Las gestiones se harán a partir del hallazgo de 17 sitios prehispánicos // Se buscará el regreso a México de piezas que están en el museo de historia natural de NY

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▲ El arqueólogo Rodrigo Vivero hizo los hallazgos en el sitio costero y espera permisos para la segunda fase de su investigación. En la imagen superior, cerámica de la fase Huatabampo-Guasave, de 900 dC.Foto Irene Sánchez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 15 de julio de 2024, p. 3

Guasave, Sin., Con el hallazgo de 17 sitios prehispánicos en la isla de Macapule y en la ribera del río Sinaloa, en el municipio de Guasave, se promoverá la declaratoria de zona arqueológica protegida y la repatriación de piezas que se encuentran en el Museo Estadunidense de Historia Natural en la ciudad de Nueva York, informó el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Servando Rojo Quintero.

El arqueólogo mexicano Rodrigo Vivero Miranda, de la Universidad de Oklahoma, describió que con los nuevos descubrimientos se busca reconstruir la historia de Guasave, pues los vestigios de cerámica prehispánica y restos humanos son evidencia de que fue punto fronterizo de Mesoamérica y de gran intercambio cultural.

En su exploración en el sitio costero localizó vestigios que podrían ser urnas funerarias, fragmentos de cerámica de barro y grafiada (grabados bajo relieve), algunos con las característica del Sitio 117 de Chorohui, de tipo bicromática y policroma, que datan de 700 a 1400 dC y con características de los pueblos de Sonora, de Mesoamérica y sur de Estados Unidos, donde los pobladores permanecieron hasta la llegada de los españoles.

Vivero Miranda culminó la primera fase del proyecto binacional de su tesis doctoral en la universidad estadunidense y el INAH, donde presenta al consejo del instituto los resultados e informes preliminares con el material recolectado y la descripción de los sitios localizados.

Confía en que se apruebe y se otorgue el permiso para las excavaciones de la siguiente fase, y regresar a Guasave el año próximo.

Refirió que la segunda etapa del proyecto consistirá en saber cuál fue la interacción entre los grupos de la región, si fue hacia el norte o el sur, si la gente de los valles iba a la costa o viceversa, si existía comercio o qué interrelaciones tenían, cómo se organizaban y cuál era la densidad de las poblaciones.

Señaló que este proyecto debe tener impacto social, pues no sólo se trata de saber la historia de los grupos que la habitaron, sino que permitirá conocer quiénes somos, dónde estamos y hacia dónde vamos, buscando reconstruir la identidad de Guasave.

El investigador fue al sitio en Macapule, una de las 17 ínsulas frente al mar de Cortes, con Servando Rojo Quintero, director del Centro INAH Sinaloa; el alcalde Martín Ahumada Quintero, regidor del ayuntamiento, y ejidatarios donde se ubica la isla que recibieron en la dotación agraria en 1971.

El edil Ahumada Quintero manifestó que buscará el respaldo del gobernador Rubén Rocha Moya para que se destinen recursos con el fin de respaldar la iniciativa y dar relevancia a los trabajos que realiza Vivero Miranda, que servirán para ubicar más sitios arqueológicos.

El arqueólogo detalló que al visitar la zona conocida como el Ombligo en Tamazula, explorado por Gordon Ekholm entre 1937-1939, e identificado como Sitio 117, logró ubicar alrededor de ocho lugares en los pueblos de Palos Verdes, Carricitos, localizados sobre las márgenes del río Sinaloa y en tierras adyacentes, no halló nada, porque están muy impactadas por la agricultura.

En su recorrido, una persona le mostró una vasija de cerámica completa; era un vestigio con acabado de pulido y bruñido que probablemente fue un contenedor para agua, ubicada entre el periodo de transición de la fase Huatabampo-Guasave del año 900 dC, parecidas a las que se han registrado en otras regiones de Sinaloa.

La cerámica, mencionó, fue encontrada en el Macapule, y con esa referencia llegó al embarcadero de La Pitahaya, de donde los ejidatarios de Salvador Alvarado la trasladaron a la isla.

Expuso que es un sitio muy grande; apenas registré cinco kilómetros de la costa y ubiqué ocho montículos de conchas, que tienen entre 10 y 12 metros de alto, con una base de 30 metros, y otras 11 concentraciones del mismo material más extensas y de hasta 200 metros de largo; posiblemente, a lo largo de 12 kilómetros, como se aprecia en la imagen satelital, existan otros sitios arqueológicos.

Vivero Miranda enfatizó que comenzará los trámites para que una parte representativa de la colección de piezas que se halla en el Museo de Nueva York sea devuelta a Guasave. Mencionó que son alrededor de 187 individuos, cerca de 100 cerámicas, brazaletes de concha, cascabeles de cobre, entre otras, que fueron parte del trabajo de excavación que realizó Ekholm en el Sitio 117.

El director del Centro INAH Sinaloa, Servando Rojo, recomendó que se debe promover una iniciativa de declaratoria municipal de Guasave, para decretar este sitio como área arqueológica protegida y, posteriormente, con instancias de gobierno federal, además de la firma de un convenio entre el INAH y la Universidad de Oklahoma, para que se inicien las excavaciones.

Añadió que se podrán empezar las gestiones dirigidas a recuperar las piezas de Guasave que están en el Museo de Historia Natural de Nueva York.