Madrid. Tras la detención del martes, por 10 minutos, del ex integrante de Mecano Nacho Cano, creador y director musical de Malinche, la bailarina mexicana que interpuso una denuncia en su contra y que dio origen a una investigación policial ratificó sus acusaciones e incluso aseguró que la habían traído obligada de manera irregular, sufría explotación laboral y que en algunos momentos se llegó a sentir incómoda por comentarios del músico español a su maquillaje o a su peinado.

El caso de la detención y la investigación contra Cano por presunto delito de explotación laboral y fomentar la inmigración ilegal adquirió tintes políticos, con el gobierno de izquierda, presidido por el socialista Pedro Sánchez, defendiendo la actuación policial, y la derecha de Madrid, tildando el operativo de estalinista.

Nacho Cano trajo de México a 18 bailarines y cantantes para su musical Malinche, con la idea de que, una vez acabado el periodo de instrucción de becarios, se convertirían en los protagonistas de la puesta en escena que pretende llevar a México. De los 18 jóvenes que viajaron a Madrid, sólo hubo una mujer que fue apartada del grupo, según los productores, por su personalidad conflictiva y falta de dotes para trabajar en equipo.

El resto de los bailarines han cerrado filas en torno a la obra y, más aún, han acusado a la policía de coacción e intentar inducir sus testimonios para acusar a Cano de acoso sexual, además de leer y guardar las conversaciones privadas de sus teléfonos celulares.

La policía informó que los mexicanos entraron al país como turistas, con una visa de dos meses como máximo de vigencia, y que al llegar comenzaron trámites para la concesión de la visa de becario, la cual se les había denegado desde mayo pasado, lo que además supuso orden de expulsión del país. Lo que niegan los abogados de Cano y los productores del musical tendrá que ser analizado por el juez que instruya el caso, cuando entre en la fase judicial.

A raíz de las acusaciones de Cano contra la policía española, a la que señaló de construir una trama con orígenes políticos por su amistad con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la empresa pública de trenes, Renfe, que controla el gobierno central, decidió rescindir el acuerdo de colaboración con el musical, alegando perjuicio reputacional. Además, en un comunicado señaló que Renfe comparte la preocupación social por los sucesos producidos el martes en relación con una presunta vulneración de los derechos de los trabajadores y considera a la Policía Nacional, que cumple 200 años al servicio de los ciudadanos, y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como uno de los pilares fundamentales del estado de derecho.

Mientras, Díaz Ayuso arremetió contra la policía y el gobierno central, al sostener que la detención de Nacho Cano es inaceptable. Su trabajo no puede embarrarse porque la política así lo decida. Ayer, aquí, en España, se mandó un mensaje muy preocupante a cualquiera que se atreva a disentir y se ejecutó el atropello en la persona de uno de los artistas que más ha hecho en los últimos años por la música en español a los dos lados del Atlántico, además de tildar el operativo de estalinista.