Miércoles 10 de julio de 2024, p. 13
Pese a los avances en planificación familiar, la tasa de embarazo adolescente en México sigue siendo muy alta: 59 nacimientos por cada mil personas de entre 15 y 19 años, señaló Gabriela Mejía, directora de estudios sociodemográficos del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Al participar en un taller para medios informativos con motivo del 50 aniversario de dicho organismo, la experta resaltó que el mencionado índice contrasta con el de países como Alemania, donde se registran tasas de apenas dos alumbramientos por cada mil adolescentes.
Lo anterior, dijo, forma parte de una realidad todavía muy presente en Latinoamérica, que es la segunda región del mundo con más embarazos a edades tempranas, tan sólo detrás de África subsahariana. En México, se calcula que 16 por ciento de los casi 2 millones de nacimientos anuales son de madres adolescentes.
Según la demógrafa, este escenario se explica por diversos factores, entre ellos que muchas de las adolescentes que se embarazan no tienen acceso a información sobre anticonceptivos y registran tasas muy bajas de escolarización, lo cual se suma a aspectos culturales que normalizan la maternidad a edades muy tempranas.
Muchas de estas adolescentes viven en comunidades rurales aisladas o en poblaciones indígenas, que tienden a presentar tasas de fecundidad más altas que las de contextos urbanos y con mayor nivel de escolaridad. La tasa de fecundidad llega a ser hasta tres veces más alta en mujeres que no lograron acceder a la escuela
, destacó.
Por ello, aunque las mexicanas tienen cada vez menos hijos en general, la curva de fecundidad no ha logrado desplazarse de forma más clara hacia el rango de los 30 años en adelante, cuando ya las mujeres terminaron una carrera y quizá accedieron a trabajos mejor remunerados y seguridad social.
Las altas tasas de embarazo adolescente se mantuvieron, e incluso aumentaron un poco, pese a la pandemia de covid-19, cuando se registró una baja en los índices de natalidad.
La experta subrayó que, para bajar los niveles de embarazo adolescente, se necesita mucho trabajo a nivel territorial para hacer llegar información a las jóvenes sobre métodos de planificación familiar.