Los Ángeles. En un estudio cerca de Los Ángeles, el armero Dutch Merrick practica con un grupo de profesionales del cine una escena con un actor apuntando un arma al equipo de producción.

“Esto es exactamente lo que ocurrió en Rust, les dice Merrick, quien incorporó el trágico disparo en la película de Alec Baldwin como ejemplo en el aula. ¿Quién va a levantar la mano y hablar si ve algo así?, pregunta a sus estudiantes.

Baldwin blandía un revólver mientras ensayaba una escena, cuando una bala fue descargada matando a la directora de fotografía, Halyna Hutchins, e hiriendo al director Joel Souza.

A partir de esta tragedia, Merrick inició un curso sobre el uso seguro de las armas de fuego en el cine.

Sus estudiantes son en su mayoría profesionales de la industria que se vieron marcados por el incidente que lleva a Baldwin esta semana ante la justicia a responder por homicidio involuntario.

Fue una señal de alerta para mí, dijo Virginia Brazier, directora de producción, a Afp.

Quiero saber cuáles preguntas debo hacer para asegurarme de que estoy eligiendo al personal adecuado para garantizar la seguridad en el set, explicó, y cuyas responsabilidades incluyen contratar a los armeros y responsables de utilería.

Merrick desmenuza el caso: sostiene que el bajo presupuesto de la producción llevó a una serie de fallas que derivaron en lo que califica de accidente industrial.

También da herramientas para reconocer las balas de utilería e instruye a seguir meticulosamente las reglas de oro de la industria para filmar con armas: nunca apuntar hacia una persona, no colocar el dedo en el gatillo a menos que estén listos para disparar y siempre manipularla como si estuviera cargada.

Ryan Taylor, estudiante que trabaja como asistente de dirección en Hollywood, señala que desde la muerte de Hutchins la mayoría de los equipos están un poco más nerviosos.

Luego del trágico incidente, algunas voces pidieron prohibir por completo el uso de armas en los rodajes de cine y televisión.

Pero Hollywood respondió fortaleciendo, por primera vez en dos décadas, los protocolos que regulan la manipulación de éstas en los sets.

Uno de los cambios fue para estipular que sólo los armeros pueden entregarlas a los actores.

El punto es simbólico al revisar el caso de Rust, en donde la fiscalía afirma que el asistente de dirección, David Halls, fue quien le entregó el Colt .45 a Baldwin.

California impuso además la contratación obligatoria de un asesor de seguridad para las producciones que se beneficien de incentivos fiscales en el estado a partir de 2025.

Sin embargo, tras la tragedia, algunas producciones como Walker o The Rookie decidieron remplazar las armas de fuego por arterfactos de aire comprimido o de goma.

Seven Bucks Productions, del astro Dwayne The Rock Johnson, usó efectos especiales para simular los disparos en sus producciones, descartando así las armas de forma definitiva.

Sabemos que las armas de fuego son seguras y consistentes. Y le dan a los actores y a la audiencia acción auténtica, explica Merrick.

Alternativas como las del aire comprimido crean una falsa sensación de seguridad, opina Merrick. Cargada accidentalmente (un arma de este tipo) en teoría puede matar a alguien.

El juicio de Baldwin

“¿Señor (Alec) Baldwin, le preocupa que esto termine en cárcel?", le preguntó un periodista al actor cuando entraba junto a su familia al tribunal de Nuevo México ayer.

El artista le lanzó una mirada molesta, antes de seguir su paso sin emitir palabra.

El actor enfrenta un juicio por el homicidio involuntario de la directora de fotografía, Halyna Hutchins.

Si es declarado culpable, podría pasar hasta 18 meses en la cárcel.

La selección del jurado comenzó ayer. En una muestra de los desafíos de un caso tan mediático, apenas un par de los preseleccionados levantaron las manos cuando la jueza preguntó quien no había escuchado nada sobre el disparo en el set de Rust. Se prevé que el juicio dure unos 10 días.