Ante la cercanía de los Juegos Olímpicos, Yaroslava Mahuchikh dio un salto histórico precisamente en la capital francesa, en el estadio Sebastien Charlety.

La atleta ucrania voló por encima de los 2.10 metros, una marca sorprendente para una mujer de 22 años que nunca había pasado de 2.06, y así logró acabar con un récord del mundo (2.09) que estaba a punto de cumplir 37 años. La plusmarca la tenía la búlgara Stefka Kostadinova, quien, como su sucesora, tenía 22 años aquel 30 de agosto de 1987. Antes de la competencia sentía que podía saltar 2.07 metros y quizá hasta 2.10. Finalmente puse a mi país en la historia del atletismo, expresó.

Pocos imaginaron que la ucrania pudiera establecer un récord del mundo tras tener que esperar a su segundo intento para poder franquear tanto los 2.01 como los 2.03 metros.

Me siento fantástica porque ha sido un salto increíble, y encima he conseguido hacerlo en mi primer intento.

Mahuchikh no fue la única que hizo historia ayer, pues la keniana Faith Kipyegon estableció una marca del orbe en los mil 500 metros tras imponerse en París, octava etapa de la Liga Diamante, con un tiempo de 3:49.04 minutos.

Kipyegon, doble campeona olímpica de la distancia, rebajó en siete centésimas al anterior registro universal que ella misma poseía con un crono de 3:49.11 desde el 2 de junio de 2023..

Es increíble batir el récord del mundo. Estoy en la dirección correcta hacia los Juegos Olímpicos de París, señaló Kipyegon, quien confirmó que tratará de repetir en la cita olímpica el doblete –mil 500 y 5 mil–, que ya logró el pasado año en los Mundiales de Budapest.

Un objetivo titánico, pero que parece más que factible para esta keniana de 30 años que el pasado curso ya acaparó todos los focos tras superar récords del mundo de los mil 500, la milla y 5 mil metros.

Sabía que el récord mundial era posible porque recientemente corrí muy rápido en Kenia, declaró.

Con información de Ap